LD (Agencias) La promesa de retornar a la mesa de diálogo fue lograda por la Asamblea Permanente de Derechos Humanos boliviana (APDHB), tras la sangrienta jornada del jueves, cuando dos personas murieron y al menos trece quedaron heridas en enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden. El presidente de la APDHB, Waldo Albarracín, dijo que las partes no pusieron ninguna condición para iniciar las conversaciones, aunque la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) había exigido que deben participar los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB).
La organización agraria, que comenzó sus protestas el 15 de septiembre pasado, demanda un amplio plan de desarrollo rural y se ha sumado a la exigencia de los sindicatos obreros para que el Gobierno abandone el proyecto de exportación de gas natural a EEUU y el Acuerdo de Libre Mercado de las Américas (ALCA). La negativa de las autoridades a negociar con la COB derivó de la petición sindical para que el presidente del país andino, Gonzalo Sánchez de Lozada, dimita y se anticipen las elecciones como única salida para encontrar una solución a la grave crisis económica que atraviesa Bolivia por quinto año consecutivo.
El compromiso de dialogar fue acordado cuando aún no se había terminado de recoger a los heridos y contusos de la zona de Senkata, en la entrada a la ciudad de El Alto, donde medio millar de mineros que bloqueaban la carretera se enfrentó a las fuerzas del orden. En los choques resultó muerto un obrero, presuntamente por la explosión de una carga de dinamita, y otra persona perdió la vida cuando trataba de entrar con violencia en los almacenes de la zona franca aduanera, por un disparo de los guardias del lugar.
La organización agraria, que comenzó sus protestas el 15 de septiembre pasado, demanda un amplio plan de desarrollo rural y se ha sumado a la exigencia de los sindicatos obreros para que el Gobierno abandone el proyecto de exportación de gas natural a EEUU y el Acuerdo de Libre Mercado de las Américas (ALCA). La negativa de las autoridades a negociar con la COB derivó de la petición sindical para que el presidente del país andino, Gonzalo Sánchez de Lozada, dimita y se anticipen las elecciones como única salida para encontrar una solución a la grave crisis económica que atraviesa Bolivia por quinto año consecutivo.
El compromiso de dialogar fue acordado cuando aún no se había terminado de recoger a los heridos y contusos de la zona de Senkata, en la entrada a la ciudad de El Alto, donde medio millar de mineros que bloqueaban la carretera se enfrentó a las fuerzas del orden. En los choques resultó muerto un obrero, presuntamente por la explosión de una carga de dinamita, y otra persona perdió la vida cuando trataba de entrar con violencia en los almacenes de la zona franca aduanera, por un disparo de los guardias del lugar.