Se trataba del circuito de Sitges-Terramar, un autódromo inaugurado en los años 20 en Cataluña, muy cerca de la turística localidad de Sitges, pero que lleva abandonado desde los 50.
Sin embargo, pese a ese abandono el impresionante circuito, de forma ovalada y con peraltes que llegan a los 90 grados, es todo un hito en la historia del automovilismo en nuestro país: no sólo fue el primer autódromo de España sino que en el momento de su inauguración, allá por 1923, sólo había otros tres circuitos en todo el mundo: Indianápolis, Monza y el inglés de Brooklands.
El circuito celebró su último evento en 1956, una etapa de la Volta a Cataluña ciclista, mientras que la última carrera automovilística se había celebrado un año antes. Desde entonces, obviamente, la pista ha estado abandonada, aunque se conserva en un estado fantástico si tenemos en cuenta el tiempo transcurrido.
Con Carlos Sanz y Miguel Molina
Hace tres años se realizó una operación de limpieza de las rectas, que habían sido cubiertas por la vegetación y desde entonces algunos coches habían vuelto a recorrer la difícil pista.
Pero en ningún caso se había dado una jornada como la que se vivió en Terramar hace unas semanas, con la aparición en el circuito de un equipo de Red Bull con un impresionante Audi R8 LMS de 500 caballos y dos pilotos de primera para pilotarlo: los españoles Carlos Sainz y Miguel Molina, dispuestos a lanzarse por la bacheada pista a toda velocidad.
El resultado fue que Carlos Sainz logró batir el que quizá fuera el record más antiguo que aún se mantenía en ningún circuito del mundo: sus 42,6 segundos superaban la marca lograda hace nada más y nada menos que 89 años por Louis Zborowski Miller. Este tiempo supuso que Sainz logró conducir por la bacheada pista a una impresionante media de 170 kilómetros hora.
El día de pruebas y la especial atmósfera del circuito se han reflejado en un espectacular vídeo de algo más de ocho minutos de duración.