Enrique López al fin ha hablado. Lo ha hecho este lunes, cinco días después de que saltara el escándalo por el espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, llevado a cabo por fontaneros del PP a los que la dirección nacional habría ordenado investigar presuntas irregularidades cometidas por la jefa del Ejecutivo regional en la firma de un contrato con la empresa Priviet Sportive.
"Me siento muy orgulloso de pertenecer al Gobierno que preside Ayuso y seguir contando con la confianza que depositó en mí para resolver problemas de los madrileños y trabajar por y para los madrileños. Me siento muy orgulloso de pertenecer a una organización tan importante como el Partido Popular", afirmó el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad al término de una reunión con la Delegación del Gobierno para tratar el asunto de las bandas latinas.
"Trabajaré para que se recupere cuanto antes la unidad tan importante dentro del PP y tan importante para España", añadió.
Estas son sus primeras palabras después de que el pasado viernes se borrara de la rueda de prensa donde los consejeros de Sanidad y Economía y Hacienda, Enrique Ruiz Escudero y Javier Fernández Lasquetty, defendieron a Díaz Ayuso y la legalidad del contrato firmado en abril de 2020.
En un primer momento, las razones esgrimidas desde su consejería para justificar su ausencia hacían referencia a la necesidad de que López asistiera a una "comisión mixta a la que asiste el presidente del TJM y toda la sala de gobierno". Esta cita "inexcusable" estaba en la agenda de López "desde hace muchísimo tiempo".
No obstante, otras fuentes consultadas, afirmaban que su ausencia se debía "simplemente" a que se había decidido en el último momento que únicamente comparecieran ante los medios de comunicación "los consejeros en la materia del contrato". Su gabinete acabó dando también esta última versión a este periódico. La explicación era más sencilla: no quiso salir a defender a Isabel Díaz Ayuso en aquel momento.
Y es que López es asimismo responsable de Justicia del Partido Popular, hombre de confianza de Pablo Casado y hasta hoy la "persona de Génova" en el Gobierno madrileño. De hecho, la dirección nacional del partido barajaba colocarlo de candidato a presidir la Comunidad de Madrid en las próximas elecciones autonómicas de 2023 si conseguían acabar con Ayuso, informa Míriam Muro.
Este lunes, ya sí, ha virado ligeramente su postura, colocándose entre dos aguas: ha evitado dar un respaldo total a Casado y ha asegurado que "está orgulloso de pertenecer" al Gobierno de Díaz Ayuso.