El próximo jueves la Asamblea de Madrid debatirá sobre la Ley de Igualdad que Vox registró hace semanas en sustitución de las actuales leyes LGTBI aprobadas por el Gobierno de Cristina Cifuentes, sin haber alcanzado todavía un acuerdo con el PP al respecto. El partido Isabel Díaz Ayuso decidirá con su voto si permite dar trámite a la propuesta o, por el contrario, la bloquea.
Los de Ayuso negocian a contrarreloj con el partido de Rocío Monasterio para intentar acercar posturas y seguir exhibiendo su buena sintonía, en contraposición a los constantes desacuerdos que ambos partidos mantienen desde hace tiempo a nivel nacional, en comunidades como Andalucía o en el Ayuntamiento de la capital.
Fuentes de Vox explican que la líder del partido en Madrid mantiene interlocución directa con el consejero de Justicia, Enrique López, para intentar llegar a un acuerdo. En las últimas horas, los de Monasterio han recibido algunas propuestas del PP que consideran "insatisfactorias", por no incluir sus principales exigencias y limitarse a reformar mínimamente las leyes actuales, sin derogarlas.
Buena predisposición pero sin acuerdo
Vox se muestra dispuesto a que el PP modifique su ley vía enmiendas o plantee una reforma en profundidad de las normas actuales, especialmente en lo referido a la presunción de inocencia, que consideran vulnerada, a la hormonación de menores o a la autodeterminación de género.
"Las leyes actuales son una aberración", aseguran fuentes de Vox, comparándolas con las normas que promueve el ministerio de Irene Montero, que ha puesto en pie de guerra al llamado "feminismo clásico" por acabar con el sexo biológico.
"Nosotros no creemos en la colectivización y la división de la sociedad hasta el infinito", explican estas fuentes que critican las normas actuales por promover la subvención de "chiringuitos" ideológicos y crear burocracia en cumplimiento de la llamada "perspectiva de género". Por contra, defienden su propuesta, basada en el artículo 14 de la Constitución que garantiza la igualdad de todos los españoles ante la ley, independientemente de su religión, raza u orientación sexual; y el Código Penal que castiga cualquier tipo de discriminación.
Retratar al PP
Esta semana se presenta clave para que PP y Vox avancen hacia una posición común que, de momento, parece lejana. Los de Ayuso se muestran reacios a eliminar de un plumazo toda la normativa actual y optarían en su lugar por introducir cambios para "mejorarla", especialmente en lo que se refiere a la inversión de la carga de la prueba.
El partido de Monasterio espera que la presidenta sea coherente con su discurso y se mantenga firme ante cualquier posible injerencia por parte de Génova. Creen que el PP quedará retratado en el debate de esta semana si opta por no dar trámite a su propuesta y después critica la ley de Montero en el Congreso.
"El PP tiene que demostrar si está dispuesto a dar la batalla cultura e ideológica para enfrentarse a la izquierda y los lobbys", aseguran, admitiendo desconocer la postura que adoptará finalmente el PP.