Los ecos de la apasionada discusión que mantuvieron el alcalde de Madrid y la delegada del Gobierno se han prolongado este jueves. Preguntado en El programa de Ana Rosa y en Onda Cero primero y en rueda de prensa tras la Junta de Gobierno después, José Luis Martínez Almeida se ha referido al sonado rifirrafe que mantuvo con Mercedes González en plena rueda de prensa para informar sobre el dispositivo de seguridad que se desplegará en Madrid este fin de semana con motivo de la festividad de San Isidro.
"Todos ustedes saben que Mercedes y yo somos muy buenos amigos, que coincidimos en política desde hace seis años, que es donde nos conocimos. Y respecto a la rueda de prensa de ayer, la confianza que tenemos entre ambos nos traicionó y rememoramos aquellos debates que tenemos tan apasionados y, por cierto, tan plenos de respeto pero acalorados porque defendemos posiciones diferentes. Y olvidamos que era una rueda de prensa de carácter institucional, ella como delegada del Gobierno y yo como alcalde, para trasladar un debate plenamente legítimo pero que, quizá, deberíamos haber celebrado en otro lugar o con otra ocasión porque oscureció una cuestión trascendental", el dispositivo policial "sin precedentes" en la ciudad para este fin de semana, señaló Almeida.
El alcalde cree que ambos tienen que "reflexionar sobre el papel institucional, sobre todo en una rueda de prensa conjunta", pero no quiso obviar que el PSOE "puede estar barruntando una posible candidatura" en las próximas elecciones de Madrid de la delegada porque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al nombrar a González "opta por un modelo distinto en la Delegación" dado que la exedil "tiene una vis política más acusada que los anteriores delegados".
Tampoco quiso dejar de alabar los "méritos" de Mercedes González para optar al cargo siendo además "una persona preparada y apta para la confrontación". En todo caso, Almeida destacó que en ningún momento se faltaron el respeto, con independencia de que los dos sean "apasionados y vehementes". "Con esto se demuestra que en política se pueden mantener debates apasionados pero siempre con respeto".