La victoria de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones de la Comunidad de Madrid ha sido francamente incontestable. Los 65 diputados conseguidos, una cifra que no auguraban ni las encuestas más optimistas, la ha dejado a tan sólo cuatro escaños de alcanzar la mayoría absoluta. Ella sola ha conseguido más representantes en la Asamblea de Madrid que los tres partidos de la izquierda juntos. Podrá hacer y deshacer casi a su gusto.
Las cifras de esta noche electoral hablan por sí solas. La candidata del PP ha conseguido la victoria en los 21 distritos de Madrid capital, cuando en 2019 sólo lo hizo en los siete grandes bastiones populares (Retiro, Salamanca, Chamartín, Tetuán, Chamberí, Fuencarral-El Pardo y Moncloa-Aravaca). Ahora ha arrebatado al resto de los partidos los 14 distritos que no pudo ganar en las últimas elecciones.
Al PSOE le ha quitado los distritos de Arganzuela, Latina, Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas, Moratalaz, Ciudad Lineal, Villaverde, Villa de Vallecas, Vicálvaro y San Blas. A Más Madrid le ha arrebatado el primer puesto en el distrito de Centro. A un Ciudadanos totalmente hundido hasta el punto de desaparecer del mapa político regional, le ha quitado la distinción de primera fuera en Hortaleza y Barajas.
Las cifras a nivel regional también han sido muy llamativas. Los ciudadanos madrileños estaban llamados a votar en los 179 municipios de la región. Tan sólo en dos localidades la candidatura de Ayuso no ha sido la más votada. Se trata de los pequeños municipios de El Atazar y Fuentidueña del Tajo, donde han optado mayoritariamente por la candidatura de Ángel Gabilondo, aunque el PP ha sido la segunda fuerza más votada.
No hay ganadores o hay dos, según se quiera ver, en una pequeña localidad. Se trata de Navarredonda y San Mamés. Allí, populares y socialistas han empatado a 31 votos, ambos con un 31 por ciento de los votos. Eso sí, la inercia electoral no ha sido la misma, mientras el PSOE ha perdido 16 votos —fue la primera fuerza política hace dos años— el PP ha subido en 22 sufragios.