Las consecuencias del escandaloso cerco sufrido este miércoles por Vox en Vallecas, va más allá de los heridos o los vecinos que tuvieron que refugiarse en comercios de la zona ante la violencia desatada contra Vox y sus seguidores. Alcanza directamente al Gobierno de España.
Vox se ha quejado de que el despliegue policial era claramente insuficiente y no tenían órdenes de disolver a los violentos, o mantenerlos a la distancia adecuada. A escasos 18 metros (tal y como comprobó el propio Abascal contando los pasos desde el escenario hasta el lugar donde estaban los violentos), volaron ladrillos, adoquines, piedras y palos contra los vecinos del barrio que querían escuchar el mitin de Vox. Tanto es así que hubo dos chicos que sufrieron impactos en la cabeza y salieron ensangrentados del mitin.
Sin embargo, esta situación no mereció la atención del Gobierno, del Ministerio del Interior o de la presidenta del Congreso, Meritxel Batet, con quien Macarena Olona, diputada y portavoz de Vox en el Congreso, que estaba acompañando a sus compañeros candidatos en Madrid, se puso en contacto para intentar que el Ministerio del Interior reforzase el dispositivo policial.
Así lo ha comentado Rocío Monasterio en su entrevista con Federico, quien ha señalado que la presidenta del Congreso no les puso en contacto con Interior, "que no atendió la llamada" y dijo "que estábamos lo suficientemente protegidos". Llegados a ese punto, consideraron que no podían seguir con el mitin, porque la seguridad de sus seguidores estaba seriamente comprometida.