La tregua política entre el Gobierno y la Comunidad de Madrid, escenificada este lunes en el inédito encuentro y comparecencia conjunta de Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso ha tardado apenas horas en romperse y lo ha hecho por el lado más previsible, el de Pablo Iglesias.
En una entrevista matutina en Televisión Española, el vicepresidente segundo ha afirmado que el jefe del Ejecutivo cumplió con su "obligación" institucional, pero a partir de ahí ha insistido en sus ataques contra el Gobierno madrileño, que ha singularizado no sólo en su presidenta sino también en el vicepresidente Ignacio Aguado, de Ciudadanos. Iglesias, incluso, ha animado a la insubordinación de los ciudadanos que viven en las 37 áreas de la capital y de otras ciudades, varias de ellas del cinturón sur, en las que esta semana han entrado en vigor restricciones al movimiento dado el alto nivel de contagios.
"Para que esas medidas funcionen, y creo que eso lo vimos en marzo y en abril, no basta con dar la orden de que funcionen, la gente tiene que estar convenida" ha señalado el líder de Podemos en la televisión pública. En línea con su portavoz en Madrid, Isabel Serra, quien acusa Ayuso de "segregar" a determinados ciudadanos, Iglesias ha afirmado que "hay muchos trabajadores en Vallecas, en Carabanchel, en Fuenlabrada, que tienen la sensación de que pueden ir, si son camareros, a servir cañas al centro, pero que sin embargo no pueden llevar a sus hijos a un parque en su barrio". El domingo, su íntimo Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos, y la propia Serra, respaldaron las manifestaciones llamando a la rebelión contra las restricciones, antes de irse a comer a un lujoso restaurante madrileño.
Igualmente, Iglesias ha acusado a Ayuso de no adoptar las medidas necesarias para evitar la "saturación" del transporte público en Madrid o para reforzar las plantillas sanitarias o de los colegios públicos. También ha arremetido contra Aguado por haber dicho que los ciudadanos tenían que elegir entre "ser virus o vacuna". "Hay muchos trabajadores de Vallecas, de Carabanchel, que tienen que coger el Metro para ir a trabajar con mucha gente, y no hay derecho a que ciertos responsables de administraciones les digan que sí son un virus", ha sentenciado.