El Ayuntamiento aprovechó los actos con motivos de la festividad de su patrón, San Isidro, el pasado viernes para inaugurar un monumento en la céntrica plaza de Cibeles en honor a las víctimas del nuevo coronavirus covid-19.
El alcalde Martínez-Almeida, la vicealcaldesa Begoña Villacís y los portavoces de todos los grupos municipales asistían a este acto. El monumento consiste en un pebetero diseñado por el arquitecto Carlos Rubio Carbajal y está ubicado en la isleta situada en el arranque de la calle Alcalá hacia Sol. Es una pieza circular de acero negro de casi dos metros de diámetro a modo de gran plato, colocado sobre un prisma inferior, también de acero.
Además, otorgaban la Medalla de Honor de San Isidro al Pueblo de Madrid, que con tanta responsabilidad y entereza ha enfrentado la enfermedad. La internista Mónica López, doctora del Hospital Ramón y Cajal, fue la encargada de recoger el galardón de manos del alcalde, en representación del pueblo de Madrid.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, fue el encargado de entonar un laudatio, en el que ha destacado la merecida unanimidad con la que el pueblo de Madrid ha recibido este reconocimiento "a las mujeres y los hombres que, frente a este enemigo inesperado, actuaron con extraordinario coraje y tejieron una verdadera gesta heroica convirtiéndose en los primeros soldados de la defensa de Madrid".
Vargas Llosa añadía que todos los ciudadanos comparten este reconocimiento, "todos rendimos un homenaje a este pueblo admirable y heroico que se ha enfrentado a la pandemia a manos descubiertas, sin protección y a base de convicción y de heroísmo", a la vez que ha expresado su deseo que esa actitud "sea un ejemplo para las futuras generaciones, que nos estimulará para enfrentarnos a la adversidad siempre con el coraje con el que lo hemos hecho estos días".