Cuando este jueves, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunciaba la contratación de entre 30.000 y 50.000 profesionales sanitarios, entre los que incluían a MIR o estudiantes de últimos años de carrera, algunos despachos de Madrid o Valladolid mostraban su sorpresa: ellos ya llevan trabajando en esas medidas desde la semana pasada.
Olga Anabitarte, de 26 años, es una de esas MIR a la espera de destino, que ha sido llamada por la Consejería de Salud madrileña para ver si estaba interesada en trabajar en uno de los hospitales medicalizados que han entrado en funcionamiento esta semana. El jueves, empezaba el Ayre Hotel Gran Colón, a sólo unos metros del Hospital Gregorio Marañón, y este viernes comenzaba a operar el Marriot Auditorium. Allí, serán derivados los pacientes de gravedad media. No están lo suficientemente graves como para estar en un Hospital pero tampoco están leves para hacer la cuarentena en sus casas. Llamaron a Olga el miércoles, a primera hora de la mañana. No se lo pensó ni un minuto y dijo que sí. En estos momentos, se encuentra en Salamanca. La Consejería le ha ofrecido "pagarle el hotel y las dietas para poder trabajar".
Anabitarte conoce bien Madrid, ya que estudió Medicina en la Universidad Complutense. No esconde que, al principio, estaba "un poco asustada", pero está acostumbrada a trabajar con pocos recursos, recuerda que estuvo en un voluntariado en Uganda, ejerciendo como médico. "Ni mucho menos he vivido una cosa como ésta, pero ya he trabajado con poquísimos recursos. Supongo que eso me servirá", reflexiona. De momento, está en casa intentando fabricarse su propio equipo de protección. "Si los residentes y los adjuntos no lo tienen, nosotros tampoco vamos a tenerlo", afirma.
La Consejería de Sanidad se ha puesto en contacto con el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina para pedirles su colaboración. Les ha pedido que distribuyan un formulario para reclutar a MIR, estudiantes de 6º y 5º. Ya les han advertido que necesitaban 4.400. El plazo se cerró este jueves a las 20:00. En primer lugar, serán llamados los Médicos Internos Residentes, seguidos de los estudiantes de 6º y finalmente los de 5º.
No es la única comunidad
En Castilla y León, la semana pasada, antes de la declaración del Estado de Alerta, ya solicitó la colaboración a los estudiantes. Daniel Sánchez Ruiz es uno de esos MIR que acaba de pasar la primera criba, el examen. "Escuché al vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, en una rueda de prensa. Estaba pidiendo voluntarios. Había que escribir un correo electrónico. Lo hice. Tanto a mí como a algún compañero ya nos han empezado a llamar, avisando, de que existía la posibilidad de que nos hiciesen un contrato de 3 meses".
No son las únicas comunidades. En el País Vasco, el Servicio de Salud Vasco, también ha hecho una oferta de contratación para incorporarse en labores de apoyo. Cataluña o Aragón, en cambio, están ofreciendo plazas a los estudiantes para que refuercen los servicios de atención telefónica para los posibles infectados por COVID-19.