La joven de trece años, identificada por el apellido Lee, asegura que su terminal no ha sido expuesto a ninguna entorno húmedo ni sumergido en ningún tipo de líquido. La joven había llevado el terminal al servicio técnico porque algunas funciones no tenían un correcto funcionamiento. La compañía en un principio había informado a la joven de que la reparación sería gratuita, pero más tarde se puso en contacto con Lee para solicitarla los 193 euros por el tipo de avería.
La polémica se ha originado por una serie de sensores que vienen incorporados en los terminales de Apple. Se trata de 4 pequeñas piezas que se activan con la humedad, informando de una exposición elevada para que el servicio técnico pueda reconocer mal uso del dispositivo a la hora de realizar las reparaciones. El problema es que los sensores suelen ser demasiado sensibles, provocando que en zonas de alta humedad como Corea su información no siempre sea correcta.
El tribunal central de Seúl ha confirmado la denuncia de la joven coreana, que se ha mostrado indignada con el comportamiento de Apple. "Mi teléfono no ha tenido contacto con agua. Es absurdo que Apple me acuse del problema. El problema puede haberse producido al desmontar el dispositivo para repararlo. Vamos a averiguar la verdad" ha comentado la niña al diario The Korea Time. La demanda de la joven Lee, presentada por su padre en su nombre, solicita a Apple el importe necesario para reparar su terminal, un iPhone 3G.