La piratería y el consumo de cine online han doblegado a los estudios de Hollywood que, a regañadientes, preparan el lanzamiento de una plataforma para la distribución de películas por internet en detrimento del decadente DVD.
Fox, Paramount, Sony, Universal y Warner encabezan un consorcio de empresas tecnológicas y audiovisuales denominado Digital Entertainment Content Ecosystem (DECE), nacido para fraguar la transición del sector del entretenimiento del universo rígido de los soportes físicos a la flexibilidad del mundo digital.
La respuesta de Hollywood al desafío de internet se llamará Ultraviolet y verá la luz a mediados de este año, primero en Estados Unidos y después en Reino Unido y Canadá, sin que se sepa aún cuándo estará disponible en otros países.
Más que películas o programas de televisión en sí mismos, esta plataforma venderá al usuario una serie de licencias que le darán derecho a ver de por vida los contenidos que adquiera, que estarán alojados en la nube y serán accesibles desde dispositivos conectados a internet. El comprador podrá además descargar las películas, almacenarlas en el soporte que desee y hacer copias sin coste adicional, si bien Ultraviolet solo autorizará un máximo de 12 dispositivos para los visionados, es decir, el usuario únicamente podrá disfrutar de su videoteca en los aparatos que dé de alta en el sistema.
Una medida que limita la libertad de disfrute de los contenidos y con la que se pretende dificultar la piratería. Todo el software asociado a Ultraviolet llevará incorporado un sistema de protección para impedir su uso ilegítimo. En un principio está previsto que Ultraviolet permita que hasta 6 personas asocien sus cuentas de cliente y compartan contenidos de forma legal.
El consorcio DECE, integrado también por multinacionales como Microsoft, IBM, Nokia, Intel, Motorola o Samsung, anunció la llegada de Ultraviolet en el marco de la mayor feria internacional de la electrónica, Consumer Electronics Show (CES), que se celebra desde el jueves en Las Vegas, en Nevada.
La idea de esas compañías es crear un formato estándar para la distribución digital de contenidos, tal y como ocurrió en su momento con la cinta de VHS, el DVD o más recientemente con el Blu-ray, aunque no todos los grandes nombres del sector apoyan la iniciativa. Los estudios Disney y la tecnológica Apple, cuyo director ejecutivo Steve Jobs es un importante accionista de la casa del ratón Mickey, han decidido adoptar sus propias estrategias. Disney tiene un proyecto llamado Keychest con unas características parecidas a UltraViolet.
La industria del cine se ha visto abocada a tomar estas medidas después de negarse durante un tiempo a asumir un cambio de tendencia en el consumo de cine en casa, con la esperanza de que la caída de las ventas del lucrativo negocio del DVD fuera un episodio pasajero o se pudiera poner coto a las descargas.
La realidad es que la comercialización de DVD continuó desinflándose durante 2010, con descenso de ventas de un 16 por ciento en EEUU con respecto al año anterior. Esta trayectoria decadente, que en 2009 fue incluso más pronunciada con un decrecimiento de un 17 por ciento, comenzó a mediados de la pasada década y parece ya irreversible, a pesar de que en términos absolutos el DVD sigue recaudando más de 8.000 millones de dólares al año.
La venta de películas en internet es otro cantar. Aunque el catálogo de filmes online aún es reducido, el negocio creció un 17 por ciento en 2010 en EEUU hasta superar los 680 millones de dólares, mientras que los ingresos de la televisión por cable por el alquiler de películas subió un 21 por ciento, hasta los 1.800 millones de dólares.
Ultraviolet es el primer gran paso de Hollywood para enterrar el DVD, algo que sin embargo no tendría por qué suponer el final de los soportes físicos. Según datos de Digital Entertainment Group, los ingresos por la venta de Blu-ray, formato de mayor calidad y precio que el DVD, aumentaron en 2010 un 53 por ciento en EEUU, hasta los 2.300 millones de dólares, un síntoma claro de que a los espectadores les sigue gustando comprar cine enlatado.