De esta forma, Trapiello equipara, al menos a nivel semántico, la descarga electrónica de un libro con los episodios de violencia doméstica que casi a diario ocurren en nuestro país.
Las declaraciones del escritor se produjeron en el transcurso de una mesa redonda organizada por el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) con motivo de la Feria del Libro de Madrid. El acto llevaba precisamente por título "El libro y la piratería", en cuyo transcurso Trapiello tuvo palabras muy duras para los usuarios que se descargan de internet material literario.
El prolifico autor insistió en que las descargas no deben llamarse "piratería" por el halo de romanticismo que implica la expresión. Por el contrario, él prefiere denominar a este fenómeno "delincuencia o saqueo", añadiendo que, a su juicio, "todo lo que se produce alrededor de este saqueo es una violencia de género literario".
A pesar de lo que pudiera parecer tras declaraciones de este tenor, lo cierto es que el libro es el producto cultural que menos sufre esa "violencia de género" denunciada por Trapiello. Según los datos de las propias entidades gestoras de derechos, las descargas afectan a menos de un veinte por ciento de los libros editados, mientras que en el caso de la música llegan hasta el noventa y seis por ciento.
En todo caso, Trapiello no quiere tener ninguna relación con personas que han utilizado alguna vez internet para descargarse libros, a los que se dirigió genéricamente utilizando la famosa expresión de Lola Flores en la boda de su hija: "Si me queréis, irse". Al menos el humor que no falte.