"Respeto su decision de dimitir", han sido las primeras palabras de Ángeles González Sinde, la ministra de Cultura, al ser preguntada en el Congreso por la dismisión de Alex de la Iglesia al frente de la Academia del Cine. Sinde se ha apresurado en señalar ya a su candidata: "Yo creo que la Academia es una institución lo suficientemente fuerte y con una trayectoria suficientemente sólida para poder tener una sucesión y un relevo en la presidencia de la misma talla y el mismo prestigio. La vicepresidenta es Icíar Bollaín y me imagino que sería la sucesión natural". Incluso se ha aventurado la ministra a decir sobre De la Iglesia que "es una persona inteligente y supongo habrá meditado mucho" y que si ya "no puede" seguir ejerciendo ese papel institucional es "mejor que deje el cargo".
Unas palabras que distan mucho de las pronunciadas ayer por la titular del ramo que pedía a De la Iglesia que recapacitara porque la Academia de Cine "le necesita". Esto, sumado a que González Sinde ha reconocido que no ha tenido "oportunidad de hablar con él", dan una idea sobre los desencuentros existentes entre ambos desde el inicio de la negociación de la Ley Sinde. Su distanciamiento ha sido tal que hoy no ha dudado en abrir fuego contra él y airear las discrepancias que "él ha expresado públicamente en la prensa".
"Él no está de acuerdo con una decisión democrática, un pacto de estado, un acuerdo de tres partidos que representan votos de millones de ciudadanos que han elegido en las urnas a esos representantes para legislar. Y yo respeto su decisión como debo de respetar la de todos los ciudadanos", decía dejando en evidencia el supuesto carácter poco democrático del ex director de la Academia.
La ministra ha confiado en que la ley permita crear una "nueva economía digital" que desarrolle "una nueva oferta legal de precios competitivos y buena para los usuarios que puedan acceder de manera cómoda, legal y con toda seguridad, a la distribución de cultura por la web". Y ha manifestado su deseo de que al acuerdo al que se han sumado PP y CiU "en el Senado se sumen más representantes de los ciudadanos para permitir ese cambio importante que es la entrada de la cultura en la red de manera fácil y accesible para todos".
"Enfado mayúsculo"
Lo cierto es que el desencuentro entre Sinde y De la Iglesia era, al parecer, un secreto a voces, que surgió a raíz de la ley antidescargas, según comentan fuentes parlamentarias del Congreso a Libertad Digital. "Yo no tengo constancia de que hubiera desencuentros con Sinde antes. Ha sido a raíz de la ley antidescargas, porque Alex tenía su propia propuesta y creía que Sinde estaba legislando de espaldas a la necesidad". Esto es lo que, según las citadas fuentes, ha provocado finalmente su dimisión. "No creo que tuvieran rencillas anteriores, ni que haya habido ajustes de cuentas o presiones, pero si sé que el enfado personal con Sinde ha sido mayúsculo".