Sólo un grupo de personas de institutos electorales verán los resultados de las encuestas a pie de urna antes de que éstos se difundan al cierre de los colegios electorales, previsto para las 16.00 GMT el 27 de septiembre. Así, las cifras publicadas antes en Twitter serán sólo suposiciones, aseguraron las empresas de demoscopia y las cadenas de televisión.
"El número de personas que tendrá conocimiento de nuestras cifras a boca de urna será estrictamente limitado", apuntó Nikolaus Brender, redactor jefe de la cadena estatal ZDF, a Reuters. "Sólo dos o tres personas verán nuestros sondeos con antelación. En teoría es posible [que esos números sean filtrados] pero es poco probable. Cualquier cifra que aparezca en Twitter será pura especulación", añadió.
Las preocupaciones sobre filtraciones aumentaron en Alemania después de que Twitter contara con una hora antes de que los centros electorales cerraran en las elecciones estatales del mes pasado con datos que apenas tenían una diferencia de un punto porcentual frente a los primeros sondeos de las cadenas.
El comisario electoral jefe de Alemania, Roderich Egeler recordó a las empresas de sondeos y cadenas de televisión que deben asegurarse de que los datos no sean filtrados, algo que prohíbe la legislación alemana y que está penado con multas de hasta 50.000 euros. En el pasado, los sondeos a pie de urna eran distribuidos a un pequeño círculo de líderes políticos y periodistas, que los tenían embargados hasta el término de la votación.
"No tiene sentido (...) Están haciendo una montaña de un grano de arena. No hubo filtración el mes pasado. Nada de lo aparecido en Twitter era exacto", dijo Manfred Güllner, funcionario del instituto electoral Forsa, quien envía sus datos a las cadenas RTL y N-TV. "Si algún idiota escribe una cifra en Twitter basándose en un sondeo de opinión de una semana antes, no puedes impedírselo", añadió.
Güllner sostuvo que era la única persona en Forsa que vería los datos de los sondeos con anticipación, e incluso aunque una cifra filtrada en Twitter antes del cierre de los centros demostrara ser exacto, eso no afectaría al resultado electoral. "¿Qué ocurriría si 100.000 personas vieran en Twitter que un partido u otro va por delante?", dijo Güllner. "¿Organizarían entonces una votación masiva a última hora? ¿Cómo sabrían quién no había votado? ¿Cómo podrían organizarlo? No veo cómo podría afectar al resultado", dijo.
Matthias Jung, director del instituto Grupo de Investigación Electoral (FGW, por sus siglas en alemán) que proporciona datos electorales a ZDF, indicó que sus cifras no serían computadas hasta poco antes del cierre de las urnas, y sólo tres personas las verían.
"La respuesta a Twitter es simple: no das a nadie ninguna cifra y no habrá ninguna fiable en Twitter", señaló. "Yo redactaré nuestro sondeo en un trozo de papel poco antes de las seis y se lo daré al moderador televisivo", explicó.