LD (Daniel Rodríguez Herrera) SanDisk lanzará estos discos en formatos de 1,8 y 2,5 pulgadas, las más habituales en los equipos portátiles, con capacidades de 60, 120 y 240 Gbytes, a unos precios de 149, 249 y 499 dólares, respectivamente, según ha asegurado la compañía en un comunicado. Al cambio actual, serían aproximadamente 110, 180 y 365 euros.
Los discos SSD, que SanDisk califica como "de tercera generación", utilizarán celdas multinivel (MLC) y se fabricarán con tecnología de 43 nanómetros. Alan Niebel, analista de Web-feet Research, asegura que "el reemplazo de los discos duros de portátiles con tres años de antigüedad por SSDs han resultado en mejoras en los tiempos de arranque, ejecución de aplicaciones y comportamiento general que, en muchos casos, supera a lo que un nuevo portátil con disco duro puede ofrecer".
Según SanDisk, las necesidades de las memorias Flash incorporadas en móviles o reproductores MP3 son muy distintas a sus equivalentes en los nuevos discos de estado sólido. Las primeras deben escribir datos en bloques largos y contiguos, mientras que los segundos necesitan escribir continuamente en pequeños bloques en distintas partes del disco.
Dado que las memorias Flash y, consecuentemente, los discos de estado sólido, están optimizados para escribir datos secuencialmente, y no de forma aleatoria, SanDisk ha desarrollado un sistema de gestión de discos de estado sólido que separa la dirección física de los ficheros con su dirección lógica y almacena en una memoria intermedia –presumiblemente memoria RAM– las peticiones de escritura aleatoria, para almacenarlas después en los chips de memoria Flash en masa y secuencialmente.
Además, esa separación entre las direcciones lógicas y físicas permitirá al algoritmo de escritura de datos alargar la vida útil del disco de estado sólido, pues estos dispositivos tienen un número limitado de lecturas y escrituras, y con una gestión adecuada se pueden almacenar los nuevos datos en aquellas partes del disco que hayan sido menos utilizadas.
Por último, SanDisk asegura que ExtremeFFS también permite que los distintos chips de memoria Flash incorporados en el disco operen de forma independiente, de modo que algunos puedan estar leyendo datos mientras otros escriben.