La sociedad rusa pasó del feudalismo propio del zarismo a la revolución soviética en unos pocos meses, y luego otros 70 años de sumisión absoluta al gran hermano. Por ello no es de extrañar que las "empresas" rusas asuman de propio que el Estado las proteja, y esgriman como argumento que con Skype no se puede espiar a los ciudadanos sin su consentimiento.
Y a eso precisamente nos quería llevar el PSOE aquí en España. O nos quiere llevar.