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RSF destaca la represión de la libertad de expresión en Internet en los países comunistas

El tercer informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre la libertad de expresión en Internet deja en especial mal lugar a las dictaduras comunistas todavía existentes. Así, refleja que 62 de los  74 ciberdisidentes encarcelados están en prisiones chinas, mientras que también destaca la represión "a la cubana", consistente en prohibir el acceso a la Red a la mayor parte de la población.

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L D (EFE) La organización es especialmente dura con China, que con 62 encarcelados es la mayor prisión del mundo para ciberdisidentes, seguida muy de lejos por el también comunista Vietnam (7), Maldivas (3) y Siria (2).
 
Reporteros Sin Fronteras cita a China como un ejemplo "sofisticado" de control de la Red mediante "un auténtico arsenal tecnológico destinado a vigilar a sus internautas, censurar los sitios molestos y acosar a la ciberdisidencia", sin olvidarse de utilizar Internet como un soporte a su propaganda. Este método es utilizado también en Arabia Saudí o Singapur, donde al igual que en China han instalado filtros que convierten en inaccesibles los contenidos considerados "subversivos" y han creado una "ciberpolicía" que puede leer los correos electrónicos.
 
"Además, los estados represivos utilizan los servicios de piratas informáticos para crear virus y programas de todo tipo para bloquear publicaciones indeseables", denuncia Pain.
 
Cuba, entre los diez regímenes más represivos en la Red
 
Menos sofisticado, pero igualmente eficaz, es lo que la organización llama la represión "a la cubana", que consiste en "prohibir el acceso a la red a la inmensa mayoría de su población", un sistema que también se aplica en Corea del Norte y Birmania. El régimen castrista, considerado por RSF como uno de los diez más represivos de la libertad de expresión en la red, controla toda compra de material informático y todo acceso a Internet.
 
Aunque RSF no habla de ningún "ciberdisidente" encarcelado en Cuba, recuerda que la isla es "la mayor prisión del mundo para periodistas" y que muchos de ellos fueron acusados también por sus actividades en Internet. Es el caso de Raúl Rivero, Héctor Maseda, Adolfo Fernández, Julio César Gálvez y Carmelo Díaz, entre otros.
 
Además de estos países, el informe de RSF apunta problemas en Zimbabue, Ucrania, Turkmenistán, Irán y Túnez.
 
Efectos nocivos de la legislación posterior al 11-S
 
El informe de RSF también denuncia que los atentados de 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos provocaron la aparición de numerosas leyes que limitan la libertad de expresión en Internet en países democráticos. El secretario general de Reporteros Sin Fronteras, Robert Ménard, afirma que en algunos de estos países se ha introducido "un marco reglamentario y legislativo draconiano", que limita las libertades.
 
"La correspondencia electrónica y la navegación de los internautas ya no están protegidas por suficientes garantías de confidencialidad", señala el responsable de Internet de RSF, Julien Pain. El informe destaca dos ejemplos: la Patriot Act estadounidense, aprobada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la Ley de Seguridad Cotidiana francesa, normas que autorizan a la policía la obtención de datos sobre los internautas.
 
El informe también señala otros casos, como el de Rusia "donde nadie pide cuentas a las autoridades por el cierre de decenas de sitios prochechenes", asegura Pain. Estas medidas, "que abren la puerta a una censura arbitraria en el web", suponen además un aliento para que las dictaduras agudicen su represión en Internet, indica. "Basta con que un dictador se jacte de colaborar en el combate contra el terrorismo para que los ojos de la comunidad internacional se cierren sobre los arrestos abusivos de ciberdisidentes y la censura de páginas de Internet", dice Pain.

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