L D (EFE) Según el VGTF, la Unidad Criminal británica y el FBI estadounidense coordinarían la tarea de establecer un sistema de vigilancia durante las veinticuatro horas y diseñarían las líneas de actuación.
En principio, los "agentes cibernéticos" podrán seguir las conversaciones entre usuarios en los chat y si deciden que los diálogos son potencialmente peligrosos, podrán intervenir para advertir a ambas partes. No obstante, los usuarios tendrán derecho a saber, antes de entrar en una sala de conversación en tiempo real, que ese sitio de Internet está siendo vigilado por las fuerzas del orden, apuntó el VGTF.
Los criterios para calificar de "peligrosa" una conversación son aún imprecisos, pero según la BBC, los agentes podrían intervenir si alguien es preguntado por su nombre o su dirección domiciliaria. El VGTF también consideró la posibilidad de que las entidades bancarias se decidan a cancelar las tarjetas de crédito de clientes que las han usado para acceder a páginas de pornografía infantil.