Piden a la OMPI que facilite el desarrollo tecnológico frenando las patentes de software
Asociaciones, académicos y economistas de todo el mundo han dirigido una carta a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en la que se pide la convocatoria de una conferencia para tratar modelos de desarrollo científicos basados en la cooperación y con límites a las patentes. Los firmantes otorgan especial importancia al software libre.
(Libertad Digital) En la carta dirigida al director general de la OMPI, Kamil Idris, los signatarios destacan "la explosión" registrada en los últimos años por los proyectos cooperativos destinados a crear "bienes de servicio público" y agregan que plantean "profundos interrogantes" sobre si resultan adecuadas las actuales políticas de propiedad intelectual. Ese fenómeno reciente demuestra asimismo, dicen, que "es posible alcanzar elevados niveles de innovación en algunos sectores de la economía moderna sin protección intelectual, y que ésta, si excesiva, desequilibrada o está mal concebida, puede resultar incluso contraproducente".
Los firmantes de la misiva señalan una serie de proyectos que podían discutirse en la conferencia que reclaman como el desarrollo de un "software libre y accesible a todo el mundo". La OMPI, critican en la carta, proporciona con frecuencia foros en los que expresan sus puntos de vista las empresas partidarias de sistemas cerrados de propiedad intelectual pero "se oye muy poco de los modelos de desarrollo cooperativos", que propugnan "un software libremente accesible".
Entre los firmantes figuran la Asociación Europea de Uniones de Consumidores, Médicos sin Fronteras, el Consumer Projet on Technology, de EEUU, y destacados profesores universitarios, entre ellos el Nobel de Economía Joseph Stiglitz, el de Medicina Sir John Sulton, o el famoso abogado de los consumidores de EEUU Ralph Nader. También son signatarios Tim Hubbard, jefe del "Human Genome Analysis", el profesor Wilmot James, presidente del Africa Genome Initiative, Carlos Correa, del Centro de Estudios sobre Propiedad Intelectual y Economía, de Buenos Aires, o los profesores Paul A. David, Lawrence Lessig, de Stanford, Eben Moglen, de Columbia. Otras firmas son las de economistas del Banco Mundial como Juan Rovira y otros profesores de las más prestigiosas Universidades de EEUU y Europa.
Lucha contra los monopolios en Internet
Richard Stallman, de la Free Software Foundation, afirma que "la libertad de intercambiar y redistribuir software es un derecho humano" mientras que otros ven en la libre accesibilidad simplemente la mejor forma de desarrollar y distribuirlo con eficacia: la transparencia del código permite a una comunidad cada vez mayor de usuarios encontrar errores y proponer mejoras. En la carta se dice: "El movimiento a favor de la libertad de acceso al software es muy importante para el éxito y el futuro de Internet y también para contrarrestar el abrumador monopolio de Microsoft, sobre todo dado el número de sus rivales comerciales que han desaparecido".
Los partidarios de la libertad del software están preocupados por ciertas políticas en las que se ha embarcado la OMPI como la de autorizar las patentes de ideas del mundo informático, el futuro de los planes de gestión de los derechos digitales o la obligatoriedad de los contratos telemáticos con condiciones anticompetitivas. La OMPI debería también percatarse, dicen los firmantes, de la importancia que han dado gobiernos como los de EEUU, el Reino Unido, Japón, Alemania y China, a la creación de una base pública de datos del genoma humano, libre de eventuales reclamaciones por violación de derechos de propiedad intelectual.
También piden que la OMPI reconozca la labor de la Internet Engineering Task Force (Grupo de Trabajo de Ingeniería de Internet), que durante años se ha esforzado en desarrollar protocolos de dominio público para operar en Internet" y que se enfrenta al problema de que cada vez que elabora una norma, ignora si la misma "puede violar una patente".
Otros temas que deberían discutirse en esa conferencia es el proyecto de crear una base pública de datos relacionados con el "Single Nucleotide Polymomorphism Consortium", consorcio integrado por algunas de las más importantes compañías farmacéuticas y tecnológicas del mundo. Su misión original consistía en desarrollar hasta 300.000 polimorfismos nucleótidos singulares (SNP), de enorme importancia para la investigación médica, pero su éxito fue tal que en 2001 se habían descubierto más de 1,5 millones de esos SNP, que están ya a disposición de los investigadores de todo el mundo, argumentan.
- Radarbot
- Libro
- Curso
- Escultura