Palm Pre entra por las manos. Su diseño compacto es la principal baza de un terminal que también estrena el sistema operativo webOS. Un sistema de navegación por los menús basado en ventanas también lo convierten en un móvil tremendamente intuitivo, que explota la pantalla táctil y no renuncia a un cómodo teclado físico QWERTY.
Nada más coger Palm Pre por primera vez nos damos de bruces con sus virtudes: un terminal increíblemente compacto y de formas redondeadas que da gusto llevar en el bolsillo o manejar. Unas dimensiones de 10 centímetros de largo, 6 de ancho y 1,5 de grosor –en la parte más ancha–, unidas a unas esquinas y superficies ovaladas, hacen que el manejo sea una gozada.
Y la cosa no hace sino mejorar a medida que nos familiarizamos con el terminal. Dispone de una pantalla deslizable que deja libre un teclado físico QWERTY, cuyas pulsaciones resultan muy cómodas gracias al uso de material blando en lugar de plástico duro, lo que lo hace más sensitivo. Es posible deslizar la tapa con una sola mano e, incluso, escribir con un dedo –aunque resulta más cómodo con dos–.
Únicamente cuenta con tres botones físicos: el de encendido –y "stand by"–, el de subir y bajar el volumen y una clavija para silenciar algo incómoda. Evidentemente, al margen del teclado QWERTY, todo lo demás es táctil. Palm Pre tiene una interesante zona de la carcasa bajo la pantalla que también es sensible al tacto. Esta zona tiene atajos para la navegación como "atrás", "vuelta al escritorio" o "minimizar" que permiten realizar varias acciones deslizando el dedo en diferentes direcciones en un único punto. Cómodo e intuitivo.
Es inevitable mencionar que el Palm Pre, como prácticamente todos los terminales táctiles, es una máquina de atrapar huellas. No resultará extraño que esto ocurra teniendo en cuenta el gran funcionamiento de la misma y que registra dos puntos simultáneos.
El Palm Pre también cuenta con 8 GB de memoria interna, que se quedan algo cortos a la hora de usar el móvil de reproductor de música o para guardar contenidos multimedia en general. El reproductor tiene buena calidad, bonitos menús y navegación realmente cómoda.
A la hora de hablar de la cámara de fotos y vídeo, sólo se puede hacer para bien. Sus 3,2 megapíxeles de resolución garantizan una calidad decente, pero tiene otros dos factores a su favor. Por un lado la velocidad a la que capta las instantáneas sin peligro de desenfocar y la otra es el flash LED para poder tomar imágenes en la oscuridad.
A nivel de conectividad, el Palm Pre cumple todas las expectativas, con Bluetooth 2.1 + A2DP, receptor GPS integrado y WIFI 802.11 b/g. Para conectarlo al ordenador o cargarlo usamos una entrada microUSB 2.0, un cable mucho menos popular que el ya universalizado miniUSB; con lo que si lo perdemos o se nos estropea podemos estar perdidos. Un punto que no nos ha gustado, a lo que no ayuda una tapa con muy mal acceso en el lateral.
Por otro lado, es imposible dejar de mencionar el tema de la batería... que se queda corta como en prácticamente todos los smartphones del mercado. El uso intenso agotará toda la energía del Palm Pre, especialmente si nos dedicamos a navegar por internet afanosamente.
Afortunadamente tiene ingenios que cada vez están más de moda, como el sensor de proximidad, que apaga automáticamente la pantalla táctil cuando acercas el teléfono al oído, y el sensor de luz, que disminuye la intensidad de la pantalla su la luz en entornos muy oscuros.
Otro punto a su favor es el cargador inalámbrico Touchstone por inducción, no incluido. Es necesaria la base y la carcasa trasera que consigue captar la energía. Se venden en un kit de carga por 59,99 euros aparte pero es algo muy a tener en cuenta. Resulta tan sencillo como dejar el móvil encima de la base, a la que queda pegado mediante un imán, sin tener que recurrir a las siempre tediosas conexiones. Además, su estado se configura de forma automática mientras lo usamos.
Palm Pre funciona con el sistema operativo creado por la propia compañía basándose en Linux. La sensación va a caballo entre no tener nada ejecutado y tenerlo todo al mismo tiempo. En un principio, el escritorio del teléfono se muestra completamente vacío, con cinco accesos directos en la parte de abajo.
Las aplicaciones más rápidas, como la de correo, se ejecutan de forma instantánea, mientras que las más exigentes como Google Maps necesitan unos 40 segundos. A medida que las vamos abriendo, las podemos poner en segundo plano para abrir otra. En ese momento, la aplicación pasa al fondo del escritorio en forma de ventana; un tiempo durante el cual se sigue ejecutando en tiempo real.
A pesar de este trabajo, el Palm Pre mantiene el tipo. Hemos probado a ejecutar alrededor de 15 aplicaciones y sí es cierto que llega a renquear su rendimiento pero sin dejar de ser funcional. Un trabajo que, no obstante, no hacemos en el día a día. ¿Y por qué no lo hacemos? Porque abrir una aplicación es tan sencillo y cómodo como cerrarla y volverla abrir; en un cerrar de ojos. Tan sólo hay que deslizar la ventana de, podríamos decir, "acceso directo" hacia arriba para que quede cerrada y fuera de nuestra vista.
Nada más comenzar a usar el teléfono, el sistema Synergy requerirá que asociemos el móvil a una cuenta de correo electrónico y de otras redes sociales, como Facebook. De esta forma, el móvil sincroniza la libreta de contactos, lo que es útil por un lado pero farragoso por otro si no queremos todos los contactos que tengamos en la red social dentro de nuestro teléfono.
Sin embargo, gracias a esta sincronización encontraremos una de las funciones más cómodas del teléfono en el día a día. Cada pocos segundos, Palm Pre actualizará las bandejas de entrada de estas cuentas para llamar nuestra atención con vistosas pero no intrusivas alertas que indican la naturaleza y el número de mensajes.
La navegación por Internet (HSDPA 850/1900/2100) a través del navegador de Palm Pre es del todo cómoda gracias a un cómodo zoom que llevamos a cabo con su pantalla multipunto -abriendo/cerrando dos dedos- o el doble punteo para realizar un zoom que ajusta un texto a los bordes de la pantalla. El acelerómetro también se encarga de colocar la ventana si sostenemos el terminal en vertical u horizontal.
En este punto encontramos una consecuencia negativa de que únicamente posea un teclado QWERTY físico para la posición vertical. Cuando sostengamos el móvil en horizontal –posición mucho más cómoda para navegar, en general– y necesitemos introducir una dirección, nos veremos obligados a volver a colocar verticalmente el Palm Pre.
Tampoco podemos dejar de hablar de la tienda de aplicaciones de Palm, "App Catálogo". Nacida con la misma filosofía que la App Store de Apple o Android Marketplace, por el momento es un espacio bastante limitado. Sí podemos encontrar algunas aplicaciones interesantes pero en general hay muy pocas; algo que esperamos se vaya solucionando con el tiempo. De serie con el terminal viene un visionador de documentos de PDF, acceso específico a YouTube o la posibilidad de crear nuestros propios accesos directos.
El primer terminal móvil Palm Pre cumple con nota. La experiencia con webOS es cómoda e intuitiva y el hardware del móvil da una buena impresión que no hace otra cosa sino mejorar con el uso.