Ya puestos, que intenten aprovechar la diferencia de temperatura entre ambos lados del terminal, ya que al llevarlo en un bolsillo, un lado da al cuerpo (36ºC) mientras que el otro da a la temperatura ambiente (pongamos unos 23ºC, propia de oficina).
De todos modos, la longevidad de las baterías viene determinada por el consumo del terminal. Aunque éste se ha reducido mucho en comparación a lo que gastaba un terminal equivalente hace unos años, el aumento en las prestaciones ha hecho que el consumo final haya incluso aumentado en lugar de reducirse.
Lanzo una pequeña idea: Puesto que ahora la mayoría de teléfonos son tan avanzados y tienen tantas funciones... ¿Se le ha ocurrido a alguien escindir la circuitería en dos partes distintas, una de teléfono y la otra de "smartphone", de forma que sólo permanezca activa la de teléfono mientras se está en espera o sólo hablando, y que la más "gastona" sólo se active si se requieren las funcionalidades avanzadas?
Sería algo similar a lo que hacen algunos netbooks con arranque dual, que arrancan con un Linux reducido sobre un procesador pequeño si se van a hacer tareas sencillas, y con un Windows XP completo sobre un micro más potente si se va a hacer algo más complejo.
PD: Para alargar la vida de las baterías también se puede hacer otra cosa: una extensa campaña informativa (no propagandística) para que la gente se entere de en qué consiste una red celular y que no hay que tener miedo de las antenas de telefonía, para que se enteren de que alejar las antenas sólo conlleva que sus terminales se vean obligados a emitir con más potencia (es decir, más radiación y más consumo de batería).
Un saludo.