Según explica Technology Review, esta técnica se emplea a pequeña escala en dispositivos como las etiquetas RFID, que se activan por radiofrecuencia y emplean las ondas que emite el lector de etiquetas para obtener la energía que necesitan para funcionar.
El proyecto de Nokia pretende recoger 50 milivatios de las ondas electromagnéticas, lo que no bastaría para que un móvil funcionara "eternamente", pero sí que alargaría la duración de la batería y hasta cargarla lentamente si el móvil está apagado. Sería más revolucionario para los reproductores de MP3, según el físico Steve Beeby, puesto que habitualmente sólo gastan 100 milivatios y pasan la mayor parte del tiempo en modo de ahorro de energía.
No obstante, los prototipos actuales sólo cosechan entre 3 y 5 milivatios. Para ampliar esta cifra, Nokia se está esforzando en ampliar el rango de frecuencias de las que puede obtener energía, para capturar las señales situadas entre los 500 MHz y los 10 GHz, según ha explicado Markku Rouvala, un investigador del Nokia Research Centre situado en Cambridge, Reino Unido.
Otros investigadores de este campo son más escépticos. Joshua Smith, de Intel, formó parte de un equipo que desarrolló un sensor de temperatura y humedad capaz de alimentarse de las señales de un repetidor de televisión situado a una distancia de 4 kilómetros. Para Smith, alcanzar los 50 milivatios requeriría recibir energía de alrededor de 1.000 señales potentes distintas, y una antena capaz de captarlas tendría muchas pérdidas.
No obstante, Rouvala cree que podrán tenerlo listo para su explotación comercial en tres o cuatro años. Además, Nokia lo emplearía junto a otros sistemas de recarga como la inclusión de células solares en la carcasa.