"La idea hace año y medio era hacer el Nexus One para intentar dar un impulso al negocio de la telefonía. Evidentemente, lo hizo. Fue tal el éxito, que no tenemos que hacer un segundo", declaró en una entrevista concedida al rotativo británico The Daily Telegraph. Sin embargo, lo cierto es que Google se marcó otro objetivo, el de ofrecer un móvil libre al margen de las operadoras, y en ese ha fracasado estrepitosamente.
A pesar de las críticas que Schmidt reconoce haber recibido ante esta decisión, el que fuese directivo de Apple afirma que este tipo de flexibilidad a la hora de tomar decisiones gusta dentro de Google.
En cuanto a ventas, el Nexus One no ha conseguido siquiera acercarse al volumen alcanzado por otros teléfonos Android como es el Motorola Milestone –o Droid–, pero ha permitido a los usuarios que así lo han querido disponer de un terminal con un Android "desnudo", sin los añadidos de fabricantes como HTC. Además, ha funcionado como "banco de pruebas" de las nuevas versiones de Android ya que es el terminal que primero recibe las actualizaciones.