Ya ha pasado una década de este "recién inaugurado" siglo XXI y las grandes empresas de la tecnología comienzan a dar pistas de por dónde van a ir los tiros para llegar a la tecnología, que pretenden hacer cotidiana, del 2020 ó del 2025.
Tratar de hacer posible lo imaginable es la premisa de Microsoft en su camino por avanzar hacia un tipo de sociedad mucho más interactiva con su entorno gracias a nuestra propia forma de interactuar unos con otros. En otras palabras, de lo que se trata es de simplificar todos los sistemas de comunicación para que converjan y podamos interactuar y tener acceso a toda nuestra información desde un único dispositivo que pueda ser 100% multitarea y que se apoye en nuestro entorno vital.
De esta forma una pared puede ser una pantalla perfecta para proyectar una imagen, o gracias a una plataforma multitáctil, una ventana puede convertirse en un escritorio de trabajo.
"En Microsoft estamos trabajando en tecnología de naturaleza wifi o inalámbrica para que todo esto sea posible. Un ejemplo es la casa futuro de Microsoft. Allí, para hacerse una idea, no hay bombillas, son elementos de luz que tiene la posibilidad de proyectar imágenes para que cualquier superficie habitable pueda convertirse en un sistema por el que se pueda interactuar", sentencia Enrique Fernández-Laguilhoat, Director de Desarrollo y Plataforma de Microsoft Ibérica.
Las bases para que esto sea posible se están empezando a asentar. Gracias al cloud computing, no se necesitará un dispositivo físico, como por ejemplo un pendrive, para que nuestra información viaje con nosotros. El proyecto Natal, reconoce los movimientos corporales a través de un sensor y los reproduce en el televisor, permitiendo que se pueda jugar con la videoconsola sin necesidad de mando, dar órdenes a la televisión para que reproduzca una película, gracias al reconocimiento de voz, o poder realizar una videoconferencia, como si de una llamada telefónica se tratara.
Además, Microsoft está investigando, como complemento a los movimientos naturales, las propias interacciones de nuestro cuerpo. Así mediante el concepto "Skinput", el contacto con nuestra propia piel puede ser interpretada por un dispositivo como un comando. De esta manera, podremos, por ejemplo, escuchar música por la calle a través de nuestro mp3 y con un toque de nuestro propio dedo sobre nuestro brazo podremos, iniciar la reproducción de música, pausarla o cambiar de canción.
Como es de esperar esta tecnología es muy costosa. "Este tipo de tecnología ya es posible, pero su coste es astronómico, lo que estamos haciendo es perfilar, cada vez más, esa tecnología. Que según pase el tiempo de modificación y perfeccionamiento también se abarate su coste, pero ya es posible", explica Fernández-Laguilhoat.
Si las bases que se están cimentando actualmente van tomando forma, se desarrollan y convergen, se llegará a un punto en el que por ejemplo su hijo, desde la escuela y a través de una pizarra transparente interactuará en tiempo real vía internet con un niño de una escuela situada en cualquier país del mundo. El germen de esta pizarra ya existe en las aulas españolas, la pizarra electrónica.
Si se puede proyectar la información sobre cualquier superficie, si viaja en avión con su ticket de embarque y con un gesto con el dedo índice sabrá exactamente en qué terminal va a aterrizar su vuelo y por ejemplo que tiempo y temperatura tiene en el lugar de destino.
Si se encuentra en su puesto de trabajo, puede utilizar la cristalera de su edificio como una pantalla de ordenador para después sentarse en su mesa ante dos pantallas de cristal, y con la mano, ser capaz de hacer todo tipo de operaciones bursátiles.
Un único dispositivo multitarea puede ser utilizado, con la mayor garantía de eficacia, como un GPS que nos guíe paso a paso hasta un punto de encuentro, como un teléfono y como un pequeño ordenador para tener acceso a todos los datos.
Las tabletas son cada vez más delgadas, interactivas y se vuelven indispensables para trabajar. El periódico del mañana es una fina pantalla semitransparente en la que usted puede elegir las noticias que más le gusten, desechando con un dedo las que no quiera leer y en su lugar aparece otra nueva. Parece una utopía, pero Microsoft no lo ve así.
En paralelo a la compañía de software más importante del mundo, surge el pionero de la creación del nuevo concepto de "terminales inteligentes", el diseñador Seunghan Song, con el Window Phone (no confundir con los Windows Phone). Se trata de una finísima hoja plástica transparente, que responde al clima adaptando su pantalla a la luz y humedad de su entorno. Entre otras particularidades, el Window Phone permitirá al usuario escribir mensajes a mano, que podrán ser codificados y transformados en caracteres digitales. Para activarlo no hará falta sacudirlo ni pulsar botones, el Window Phone se activa al soplar su pantalla.
Si bien los concept phones son proyecciones reales de lo que podrían ser estos dispositivos dentro de unos años, son precisamente los puntos de partida para que las grandes compañías investiguen e implementen mejoras en sus modelos futuros. Visto así, el futuro parece muy esperanzador.