De Andrés habló en representación de los editores en el curso de verano de El Escorial "Del escritor al lector: creación y difusión de la literatura", en el que centró el problema del libro electrónico en la "gran inversión tecnológica" que supone frente a "una escasa demanda y baja rentabilidad".
En estas mismas jornadas, y como introducción, el catedrático de Filología española y director del curso, José Mª Díez Borque, ha apuntado que la cultura tiene "editores que arriesgan y autores que han creado con sacrificio sus obras", y ha manifestado que "habrá que ponderar riesgos y resultados, pero igualmente en este proceso va a haber grandes perjudicados".
Díez Borque comentaba también que la presencia del libro en la red plantea "grandes incógnitas", y que el reto de los editores se encuentra en lograr "competir a bajo precio".
A la hora de ilustrar su análisis con cifras, De Andrés ha hablado de las ventas del libro electrónico, solamente el 0,6 por ciento del total del mercado editorial en Estados Unidos y el 0,1 en el Reino Unido, unos datos que contrastan con el alto desarrollo de la lectura por teléfonos móviles en Japón.
Además, el presidente de la FGEE ha evaluado la situación editorial española, un ámbito en el que trabajan 1.487 empresas privadas con 15.467 empleados en nómina y que dio lugar el año pasado a 70.720 títulos editados y a beneficios de más de tres millones de euros en el mercado interior, un dos por ciento de incremento con respecto a 2007.
Sin embargo, el sector del libro se ha visto también afectado por la coyuntura económica, a lo que se ha unido una "transformación en el negocio" debida entre otras causas a las "nuevas tendencias en el mercado editorial", como la "customización" o la "colaboración para le creación de contenidos", así como a la "imparable" innovación tecnológica.
Entre las ventajas del libro electrónico, y pese a considerar que hay un "escaso interés" por la lectura ya que "hay cosas que no se leen ni en papel ni en digital", De Andrés ha citado el acceso inmediato, la movilidad y la interactividad. Para los editores, añadió el presidente de la Federación, ese tipo de libro permitiría cubrir necesidades específicas, aumentar la vida comercial del libro, experimentar con modelos comerciales o enriquecer el contenido mediante el multimedia.
En cuanto al tema de la propiedad intelectual, el director de la FGEE tachó la Ley de Propiedad de "anticuada", y comentó que existe un clima de "menosprecio de la creación por parte de la sociedad y la administración", un área en la que entró más de lleno Magdalena Vinent, directora de CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos).
Según afirmó Vinent en la segunda parte del curso, el libro es "tecnológicamente insuperable" pese a la "facilidad para difundir y explotar las obras con los medios tecnológicos", y criticó a aquellos que defienden "la cultura gratis" porque en su opinión supone "una vuelta atrás en el tiempo".
La directora de CEDRO subrayó que "la propiedad intelectual debería ser objeto de un pacto de Estado", y mostró su indignación ante la educación actual, que a su juicio es "el gran problema de este país", en el que la sociedad "se lo juega todo", y que ha dado lugar a una cultura "que no premia el esfuerzo y menosprecia la creación intelectual".
Para concluir, Díez Borque no ha dudado en citar a Cervantes: "los tiempos mudan las costumbres y perdicionan las artes".