Según informa en su web la empresa Gowex, éste será el primer servicio wifi gratuito para viajeros de España. Su lanzamiento se enmarca en la celebración, de mañana al día 22, de la Semana Europea de la Movilidad 2010, bajo el lema "Viaja más inteligente. Vive mejor".
Aunque la presentación de este nuevo servicio estaba prevista para mañana, finalmente ha tenido que ser pospuesta por "desajustes organizativos", según señala la compañía.
Un proyecto paralizado por la CMT
Hace más de un año, en agosto de 2009, la EMT decidió desistir de su intención de poner wifi en sus autobuses tras la exigencia de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) de repercutir el precio en los usuarios.
Así, el anuncio realizado por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, en febrero de ese mismo año de llevar a unos 2.000 autobuses la tecnología inalámbrica de conexión a la red quedaba en stand by ante los impedimentos de la CMT, que recordaba que la función de la EMT era el transporte, y el acceso a Internet no es "necesario para la satisfacción" de ese objetivo.
Además, la Comisión consideró entonces que la instalación de acceso Wi-Fi en los autobuses no entraba dentro del derecho de las administraciones públicas a ofrecer acceso a internet a los ciudadanos dentro de sus edificios o dependencias, e incluso en sus inmediaciones, al no existir una especial vinculación de los usuarios con el servicio que justifique la prestación del mismo.
Asimismo, la Comisión entendió que, aunque la EMT aseguraba en su propuesta que se limitaría el acceso a los usuarios de la red de autobuses mediante, por ejemplo, una contraseña de la que se informaría en el interior de los vehículos, la actividad iría dirigida al público en general, lo que podría distorsionar la competencia del sector.
De hecho, esta actividad sólo podría ser tolerada si tuviera carácter provisional, si se sufragara mediante patrocinio o publicidad, o si se repercutiera su coste en el billete de usuarios. En este último caso debería hacerse mediante un suplemento especial, incrementando así el precio "en la cuantía suficiente para cubrir los costes del servicio", permitiendo siempre a los usuarios "elegir entre la compra del billete con o sin derecho a recibir los servicios de comunicaciones electrónicas".
Sin embargo, el director general de Innovación y Tecnología del Ayuntamiento de Madrid, Alejandro Arranz, ya explicó entonces que dichas condiciones resultaban "tan restrictivas y absurdas para la gestión y para el ciudadano que la EMT desistió". "No tenía sentido llevar a cabo así la medida".