Un plataformas exclusivo para Xbox Live! Arcade que ha encandilado a la crítica y que a primera vista nos sorprenderá por su apartado gráfico, ya que cuenta con una paleta de colores muy limitada tal y como podéis ver en el vídeo-análisis vinculado en este artículo.
Limbo tiene un desarrollo íntegramente en blanco y negro, pero a pesar de este apartado gráfico tan sencillo tiene en su poder una dirección artística que roza el sobresaliente y nos sorprenderá en más de una ocasión con unas animaciones muy cuidadas y escenarios con bastante detalle a pesar de esta escasez de color.
En Limbo seremos trasladados a un mundo de soledad, en el que tendremos que valernos de nosotros mismos si queremos sobrevivir, recordándonos por momentos a los universos creados por Fumito Ueda en los títulos Shadow of the Colossus o ICO, en los que la sensación de soledad primaba sobre cualquier otra cosa. De esta forma, nos encontraremos ante un juego que carece de cualquier tipo de melodías o diálogos, para así acrecentar aún más si cabe esta sensación.
Con estas premisas, comenzaremos el juego dándonos cuenta de que avanzar no será una tarea de niños, a pesar de encarnar a uno de ellos, ya que cualquier paso mal dado significará la muerte para el protagonista. De esta forma, se iniciará una jugabilidad que se basa bastante en el ensayo y error, ya que es difícil prever lo que va a pasar en cada puzzle con antelación, aunque la dificultad del título permite que no estemos demasiado tiempo estancados en un mismo puzzle, ya que Limbo no pretende ser un juego excesivamente desesperante, sino que cuenta con una dificultad perfectamente ajustada.
También gustará a los amantes de las plataformas clásicas, aunque ya avisamos que se premiará más la inteligencia que la habilidad con el mando. La sencillez en el control es otra de sus virtudes, ya que cuenta con un control muy simple en el que podremos saltar con un botón y agarrar objetos con otro, terminando así el número de acciones que realizaremos. Además, jugaremos con otros elementos del entorno a medida que avancemos en la aventura, como por ejemplo la gravedad, al más puro estilo Super Mario Galaxy, teniendo que comernos el coco al avanzar de nivel teniendo en cuenta cada vez más elementos, siguiendo una dificultad progresiva y muy bien definida.
Cabe destacar que a pesar del estilo gráfico del título nos encontraremos con mucha crudeza y un gran número de tipos de muertes. Ya que podremos morir despeñados desde grandes alturas, ensartados por cualquier elemento del escenario o bien ser derrotados por otros niños que encontraremos en nuestro camino y que tratarán de eliminarnos. Además, ya desde el principio del juego una araña gigante nos hará la vida imposible, obligándonos así desde el comienzo a devanarnos los sesos para no caer en sus redes.
En resumen, Limbo es una experiencia diferencia que nos ha encantado. Que gustará a todos los amantes de las plataformas clásicas que echaban de menos títulos de este estilo, y que nos mantendrá enganchados a nuestra consola pensando cómo superar sus ingeniosos puzzles durante aproximadamente unas cuatro horas mientras recorremos uno de los universos más originales que han pasado por nuestras manos en los últimos meses. Por tanto, en Realidad 2.0 le damos un 9.