"El éxito creciente de la telefonía por Internet amenaza las fuentes de ingresos de los operadores tradicionales de telefonía fija, sobre todo para las llamadas internacionales", advierten los autores del informe. Según la OCDE, ese nuevo desarrollo también constituye un "desafío" para los operadores de móviles que en algunos países tienen más líneas incluso que la telefonía fija, cuyo número bajó en 2003 por primera vez en el “Club de los países desarrollados”.
En ese sentido, los autores del informe explican que los operadores tradicionales al ampliar su oferta con servicios como el “wi fi” (Internet por conexión inalámbrica) van a hacer más dura la competencia a los concesionarios de licencias de telefonía móvil de tercera generación UMTS. Y eso les llevará a modificar sus parrillas de tarifas, en particular mediante incitaciones a sus clientes para que firmen contratos a más largo plazo en lugar de comprar minutos de comunicación sobre la marcha con tarjetas de prepago.
La OCDE augura que los operadores de servicios ofrecerán cada vez más fórmulas globales que incluirán la telefonía, pero también servicios de vídeo y de transmisión de datos y una mayor competencia de las nuevas plataformas sobre todo en el Internet de banda ancha. También prevé que va a continuar el desarrollo de las descargas de vídeos en detrimento del tiempo dedicado a la televisión hertziana, y eso reducirá la audiencia y por tanto los ingresos publicitarios, con las consecuencias previsibles para los objetivos de política social en las cadenas de servicio público.
La organización cree, por otra parte, que la ausencia física de operadores que ofrecen telefonía por Internet en muchos países obligará a los Estados a modificar el marco reglamentario de las obligaciones en materia de servicio universal de telecomunicaciones.