La SGAE dice que "no existen" los dos millones de firmas recogidas por Todoscontraelcanon

L D (Agencias) La SGAE, AISGE y EGEDA, las sociedades que se benefician del canon digital, han criticado duramente a la plataforma Todoscontraelcanon acusándola de "manipular a la ciudadanía" en su defensa contra el canon digital y dicen que "no existen" los dos millones de firmas que dicen haber recogido "ni representan a quienes dicen".

 

En un comunicado, señalan que "ha quedado demostrado notarialmente que el sistema que utiliza la plataforma a través de su página web no impide que cualquier persona se adhiera cientos de veces con distintos nombres o se invente el de una empresa. De hecho, se han localizado en el listado firmas de empresas inexistentes en el Registro Mercantil".

  

Asimismo, recuerdan que dicha plataforma no ha presentado una iniciativa legislativa popular, para la que sólo requerirían 500.000 firmas acreditadas, de acuerdo con la Constitución Española. "Esto demuestra que el proceso que ha seguido no permite acreditar la veracidad de las firmas", insiste.

 

Estas apreciaciones llevan a las entidades de gestión a asegurar que la plataforma "está intentando manipular a la sociedad y a algunos grupos políticos con algo tan serio como la participación ciudadana en un tema sensible en el que están implicados dos sectores importantes: el tecnológico y el de la industria de contenidos".

  

"Es evidente que esta plataforma está aprovechando el actual momento preelectoral de nuestro país", señala el comunicado. Por eso, piden a las instituciones y a los partidos políticos "rigor y firmeza" a la hora de analizar este tipo de iniciativas.

  

Asimismo, explican que el canon es actualmente "el único sistema que permite a los usuarios para su uso privado copiar legalmente obras protegidas por los derechos de propiedad intelectual en España y en la mayoría de los países europeos". Y recuerdan que este sistema "permite proteger la propiedad intelectual de los creadores y, al mismo tiempo, facilitar a los usuarios el acceso a la cultura y a los contenidos de forma fácil y barata", lo que califican de "beneficio para el consumidor".

  

Finalmente, insisten en que si no existiera esta compensación, "sería ilegal cualquier copia privada de una película, canción o publicación impresa, y sería perseguible, como ocurre actualmente con las copias de programas de ordenador o videojuegos".