La sangre humana es un memristor
Los científicos tardaron 36 años en construir el primer memristor después de que su existencia fuera predicha por un físico teórico. Bastaba con usar sangre.
El físico Leon O. Chua describió en 1971 un ingenio electrónico más sencillo que el transistor, que es la base con la que se construyen los chips que pueblan nuestros ordenadores, móviles y todo tipo de gadgets electrónicos. Según Chua, el memristor sería capaz de almacenar información incluso en la ausencia de una corriente eléctrica y podría ser empleado para sustituir al transistor, tanto en microprocesadores como en chips de memoria. El componente consiste en una resistencia variable, que dependería de la corriente que ha pasado por él anteriormente; resistencia que podría ser interpretada por un cero o un uno.
En 2008, científicos de Hewlett-Packard convirtieron esa posibilidad teórica en un componente que funcionara tal y como Chua había predicho empleando dióxido de titanio. Desde entonces trabajan para convertirlo en un producto comercial, ya que lograría en un primer momento almacenar mucha más información en el mismo espacio físico que las actuales memorias Flash y funcionar a mayor velocidad.
Por su parte, un grupo de científicos del Education Campus Changa en Gujarat, India, han fabricado el memristor empleando sangre humana en un hallazgo publicado en la revista científica Inder Sciencie. Los investigadores han aplicado corriente a 10 mililitros de sangre humana a una temperatura de 37 grados, y comprobado que el líquido cambia su resistencia a la electricidad durante unos cinco minutos, comportándose por tanto como un memristor.
El objetivo no es empezar a construir chips hechos de sangre humana. Este grupo de investigación está especializado en biomecánica y el objetivo es lograr una interfaz entre nuestro cuerpo y los componentes electrónicos.
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