Los fotógrafos británicos son los más reservados, ya que sólo un tercio de sus imágenes son publicadas en línea y apenas un 5,6 por ciento de ellos se sacan autorretratos. En cambio, un 34,2 por ciento de rusos sacan fotos de ellos mismos, seguidos por los austríacos, con 24,9 por ciento.
El estudio revela que los rusos también son los que más se dedican a sacar imágenes personales íntimas, superando apenas a los griegos. "Algunas personas también se han vuelto más exigentes acerca de cómo son reflejados en la red", destacaron los responsables de la encuesta. Así, el 16,8 por ciento pide a sus amigos que retiren las imágenes que no aprueban, mientras otros insisten en revisar las fotografías antes de que sean publicadas en internet.
"Las fotografías que tomamos, especialmente entre las generaciones más jóvenes, ya no se mantienen seguras en un álbum familiar o personal que se muestra solamente a amigos o familiares", dijo el alumno de fotografía Martin Lister. "Ahora, una vez que están en línea, nuestras fotografías ingresan a un espacio semipúblico. En este lugar, no es la familia que consume y visualiza el objeto, sino que grupos extendidos de pares y redes sociales de personas conectadas de manera indirecta", agregó.