Ejemplos como este, demuestran que la democracia como forma de gobierno, es una autentica utopía, al menos en los momentos presentes. Este es un ejemplo más como digo, pero no pueden olvidarse los desprecios a los resultados de los referendums para la Constitución Europea en Francia, Holanda e Irlanda donde el manido pueblo soberano dijo una cosa... pero los políticos quieren otra. Quieren otra cosa para su exclusivo beneficio y ante eso les importa bien poco lo que el pueblo vote. La democracia es un mal producto pero que tiene unos buenisimos vendedores en todo el muno. Al final las ventas son buenas.