La campaña electoral estadounidense gana fuerza en Internet
Del mitin a Internet. Los dos aspirantes a presidir Estados Unidos a partir del 2 de noviembre, George W. Bush y John Kerry, han extendido su batalla a la Red. La propaganda "on line" no exige que los candidatos den explícitamente su aprobación, tal y como sucede en los medios tradicionales.
L D (Efe) El vídeo del presidente de EEUU, George W. Bush, en el que emplea imágenes de Hitler para criticar a su rival, John Kerry, muestra hasta qué punto Internet se ha convertido en una poderosa arma electoral, barata y difícil de controlar.
Los candidatos a la Presidencia de EEUU han sacado a la red la artillería pesada para hacerse con la victoria en las elecciones de noviembre, con vídeos como "La coalición de los temerosos", que se presentó en la web oficial de Bush.
El vídeo, que el Partido Republicano envió por correo electrónico a seis millones de simpatizantes y ahora ha retirado de la web de Bush, arremete contra Kerry, otros prominentes demócratas como Al Gore o Howard Dean, e incluso el cineasta Michael Moore, director del controvertido filme Fahrenheit 9/11. Este "webmercial" de 87 segundos, que comienza con el mensaje "Los rostros del partido demócrata de John Kerry", muestra en dos ocasiones la imagen de Adolf Hitler pronunciando una arenga en alemán, tomada de un vídeo realizado por entusiastas del candidato demócrata para el concurso de MoveOn.org, financiado entre otros por George Soros.
Bush comenzó a atacar a su rival en febrero con un vídeo titulado "Sin principios", en el que criticaba los favores con los que Kerry supuestamente agradece las contribuciones a su campaña.
Los candidatos a la Presidencia de EEUU han sacado a la red la artillería pesada para hacerse con la victoria en las elecciones de noviembre, con vídeos como "La coalición de los temerosos", que se presentó en la web oficial de Bush.
El vídeo, que el Partido Republicano envió por correo electrónico a seis millones de simpatizantes y ahora ha retirado de la web de Bush, arremete contra Kerry, otros prominentes demócratas como Al Gore o Howard Dean, e incluso el cineasta Michael Moore, director del controvertido filme Fahrenheit 9/11. Este "webmercial" de 87 segundos, que comienza con el mensaje "Los rostros del partido demócrata de John Kerry", muestra en dos ocasiones la imagen de Adolf Hitler pronunciando una arenga en alemán, tomada de un vídeo realizado por entusiastas del candidato demócrata para el concurso de MoveOn.org, financiado entre otros por George Soros.
Bush comenzó a atacar a su rival en febrero con un vídeo titulado "Sin principios", en el que criticaba los favores con los que Kerry supuestamente agradece las contribuciones a su campaña.
Los republicanos lanzan el "Kerryopoly"
Mientras, en la web del Comité Republicano Nacional se puede jugar al "Kerryopoly", una peculiar versión del clásico Monopoly en la que se salta por las numerosas propiedades del demócrata (la mayoría pertenecientes a su mujer, heredera del grupo alimentario Heinz gracias a su primer matrimonio). El "Kerryopoly" también refleja algunos gastos del acaudalado senador por Massachusetts, como un corte de pelo por 812 euros, una bicicleta de montaña por 6.500 o los derivados de sus paseos en su imponente yate. Los republicanos también lo ridiculizan con cómics con un delgadísimo Kerry con aspecto de lagartija embutida en un esmoquin.
Los demócratas, mientras, tampoco se han quedado cortos: la web de campaña de Kerry incluye, por ejemplo, el vídeo "Se ha acabado el tiempo", en el que un contador electrónico cuenta las promesas que Bush ha incumplido según pasan los días.
Otro "webmercial" de un minuto titulado "El primer presupuesto de Bush" utiliza animación por ordenador para mofarse de los planes presupuestarios de Bush, que aparece como un colegial en apuros para resolver unas sencillas sumas y restas.
Estos vídeos, la mayoría un alarde de creatividad, indican que Internet no solamente sirve para movilizar a los constituyentes o recaudar fondos, sino también para cambiar la arena electoral.
El ciberespacio es mucho más barato que la televisión, los anuncios pueden ser todo lo largos o cortos que se deseen y no están sometidos al escrutinio de los directivos de los canales de televisión ni, aparentemente, de las leyes de campaña. "Haces un anuncio, lo colocas en tu página web y no tienes que pagar por un espacio en la televisión", señaló al diario Los Angeles Times Carol Darr, directora del Instituto para la Política e Internet de la Universidad George Washington. "Si es lo suficientemente escandaloso, también lo recogerán los medios tradicionales", agrega Darr.
A ello se suma otra ventaja: los anuncios en Internet no requieren que los candidatos den explícitamente su aprobación, a diferencia de lo que ocurre en los medios tradicionales, donde, en virtud de una ley promulgada el año pasado para reducir la animosidad, deben suscribir la publicidad de sus campañas. Esta situación podría cambiar en breve, ya que dos senadores, uno republicano y otro demócrata, propusieron el mes pasado una medida para que estas regulaciones también se apliquen a las páginas web.
Los demócratas, mientras, tampoco se han quedado cortos: la web de campaña de Kerry incluye, por ejemplo, el vídeo "Se ha acabado el tiempo", en el que un contador electrónico cuenta las promesas que Bush ha incumplido según pasan los días.
Otro "webmercial" de un minuto titulado "El primer presupuesto de Bush" utiliza animación por ordenador para mofarse de los planes presupuestarios de Bush, que aparece como un colegial en apuros para resolver unas sencillas sumas y restas.
Estos vídeos, la mayoría un alarde de creatividad, indican que Internet no solamente sirve para movilizar a los constituyentes o recaudar fondos, sino también para cambiar la arena electoral.
El ciberespacio es mucho más barato que la televisión, los anuncios pueden ser todo lo largos o cortos que se deseen y no están sometidos al escrutinio de los directivos de los canales de televisión ni, aparentemente, de las leyes de campaña. "Haces un anuncio, lo colocas en tu página web y no tienes que pagar por un espacio en la televisión", señaló al diario Los Angeles Times Carol Darr, directora del Instituto para la Política e Internet de la Universidad George Washington. "Si es lo suficientemente escandaloso, también lo recogerán los medios tradicionales", agrega Darr.
A ello se suma otra ventaja: los anuncios en Internet no requieren que los candidatos den explícitamente su aprobación, a diferencia de lo que ocurre en los medios tradicionales, donde, en virtud de una ley promulgada el año pasado para reducir la animosidad, deben suscribir la publicidad de sus campañas. Esta situación podría cambiar en breve, ya que dos senadores, uno republicano y otro demócrata, propusieron el mes pasado una medida para que estas regulaciones también se apliquen a las páginas web.
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