La banda ancha es declarada "derecho fundamental" en Finlandia

Desde que los derechos realmente fundamentales, o libertades (como la de expresión o los de vida y propiedad), fueron ampliados con esos falsos derechos llamados "positivos" como la vivienda o el paisaje (aportación catalana recientemente considerada constitucional), no dejan de crecer el número de bienes y servicios que los Gobiernos declaran como derecho. Ahora ha sido Finlandia, donde ha entrado en vigor este 1 de julio una ley que proclama el acceso a internet con una velocidad mínima de descarga de 1 Mbps como un derecho.

El Gobierno ya había decidido previamente hacer de la conexión de 100 Mb un derecho legal a finales de 2015, siendo esta medida un paso intermedio. "Hemos considerado el papel que tiene internet en la vida diaria de los finlandeses. Los servicios de internet ya no se utilizan sólo para el entretenimiento", señaló la ministra de Comunicación de Finlandia, Suvi Linden, en declaraciones a la cadena británica BBC. "Finlandia ha trabajado muy duro para desarrollar una sociedad de la información, pero hace un par de años nos dimos cuenta de que no todo el mundo tenía acceso", añadió Linden. Así que ha pasado lo de siempre: que los políticos han decidido que sean otros quienes paguen esa conexión.

Los proveedores de acceso a internet se verán, por tanto, obligados a ofrecer esa conexión a hogares y oficinas a un "precio razonable", que estará entre los 30 y 40 euros. La ausencia de esta regulación y su rimbombante calificación del acceso a la red como "derecho fundamental" logró que un 96% de la población tuviera ya acceso a la banda ancha. La intención del Gobierno finlandés es que esta cifra se incremente al 99%. En Finlandia existen 26 proveedores de acceso a internet.