(Libertad Digital) Desde que Telefónica instaló a primeros de año un proxy-caché , numerosos usuarios y empresas con actividad en Internet han detectado diferentes problemas generados por el mismo. La mayoría de estos problemas –aunque hay muchos otros más complejos– se derivan de que, como el sistema remite una copia de la página original, en ocasiones la información presentada no está suficientemente actualizada.
Además, el
proxi-caché
evita que se pueda controlar exactamente el número de visitas que recibe una página, puesto que la solicitud de información no llega a la dirección original –donde se contabilizan las consultas– sino a la copia guardada en este sistema intermedio.