Internet y las nuevas tecnologías encumbran a las primeras fortunas de EEUU
Sergey Brin y Larry Page tienen 34 años, son creadores y dueños de la empresa de Internet más conocida del mundo y tienen en sus bolsillos 18.500 millones de dólares. Ocupan ex equo, el quinto lugar en la lista de Forbes de los 400 hombres más ricos de los Estados Unidos, liderada por un hombre siete años mayor, Bill Gates. Lawrence Ellison, accionista de Oracle, es el cuarto hombre más afortunado de aquél país. La economía premia las nuevas tecnologías y respalda a Internet.
(Libertad Digital) William Gates III es el nombre que encabeza la lista de Forbes de las 400 personas más ricas de Estados Unidos. Su fortuna personal está calculada por la revista en 59.000 millones de dólares, cimentada por el éxito de Microsoft. Otro accionista de la empresa, Steven Ballmer, ocupa, con 15.200 millones, el puesto 16 de la lista. Ambos tienen 51 años.
Los dos compañeros de Stanford Sergey Brin y Larry Page dieron con un algoritmo de búsqueda que vale millones. En concreto 18.500 millones para cada uno de ellos como accionistas de Google. Les precede en la lista Lawrence Ellison. En los 70' tuvo la idea de crear una base de datos para la CIA, a la que llamó Oracle. Su idea fue rechazada, pero mantuvo el nombre para la que sería la empresa de su vida. Ocupa el cuarto puesto de la lista, con una fortuna personal de 26.000 millones de dólares.
Otros ricachones del mercado de nuevas tecnologías son Michael Dell (octavo con 17.200 millones), Pierre Omidyar, de Ebay (32, 8.900 millones), Jeffrey Bezos, Amazon (35, 8.700 millones) o James Goodnight (8.700 millones).
Hay nombres conocidos, pero en puestos menos altos, si bien todavía muy envidiados. Es el caso de Eric Schmidt, fichado por Brin y Page para Google, y que en los 80' desarrolló la tecnología Java en Sun Microsystems. Steve Jobs creó Apple desde un garaje, y luego fue expulsado de su propia empresa. Con los ahorrillos que le quedaban, 10 millones de dólares, compró la compañía Pixar a George Lucas, y 20 años después se la vende a Disney por 7.400 millones. Forbes le describe como "el principal accionista privado de Mickey". Sin rencores y con todo merecimiento, ha vuelto a presidir la compañía que él creó.