Google AdSense es una plataforma de utilización gratuita que permite a los desarrolladores introducir publicidad en sus aplicaciones y poder obtener un rendimiento económico compartiendo los ingresos con la compañía del buscador. Una gran parte de los programadores utilizan esta herramienta por ser gratuita y por contar con buenas tarifas.
Pero los desarrolladores que creen contenidos para Facebook van a tener que buscar otra fuente distinta a partir de ahora si suelen utilizar Google AdSense, según informa Europa Press. Desde la red social se explica a los desarrolladores que la lista de plataformas de publicidad autorizadas está compuesta por proveedores que "han aceptado las condiciones y la política de Facebook". Parece ser que no es el caso de Google.
La lista está compuesta por 68 empresas y Facebook anima a cualquier otra que quiera colaborar que se dirija a las oficinas de la compañía para negociar los términos. La red social explica que estas empresas han aceptado sus condiciones pero que no trabajan directamente para Facebook. Por este motivo cada desarrollador tiene que tratar sus condiciones de explotación de forma directa con estas compañías.
La ausencia de Google AdSense es una nueva muestra de la guerra fría que están manteniendo Facebook y la compañía del buscador. La negativa de Facebook a compartir datos de sus usuarios en servicios de Google ha provocado que Google niegue los mismos accesos a la inversa en sus terminales móviles. Los dos gigantes mantienen un pulso en el que los inmediatos damnificados son los usuarios y, ahora, los desarrolladores de contenidos.