[Herbert] Mejor no des ideas, que en EEUU ya han intentado cobrar impuestos por "salir a la calle", y en España tenemos corsarios de sobra ansiosos de encontrar nuevas fuentes de saqueo.
Un saludo.
Lo peor es que las medidas resultan contraproducentes.
Primero, porque si se limita el número de antenas y se aumenta la distancia entre éstas, la intensidad de las ondas no disminuye, sino que aumenta y mucho. La cobertura se ve perjudicada, se limita el número de llamadas que se pueden atender, pero sobre todo aumenta la potencia con que se ven obligados a emitir tanto antenas como terminales, dado que deben cubrir una distancia mayor. La telefonía celular está diseñada para emitir siempre al mínimo de potencia imprescindible que permita mantener la conexión.
Segundo, porque el imponer el uso del manos libres sólo constituye un engorro que no soluciona nada. Si el manos libres es inalámbrico, sustituyes un emisor por otro (bien que de mucha menos potencia), sin a menudo eliminar el primer emisor (ya que el móvil estará en un bolsillo). Si el manos libres es de cable, creo recordar que el cable podía comportarse como antena, amplificando la intensidad de las ondas emitidas.
De todos modos, estoy convencido de que el estado francés sacará buena tajada de la nueva normativa, ya que aumentará el número de homologaciones que los fabricantes se vean obligados a pagar, así como las multas por incumplimientos, coste de los trámites por instalación de antenas, etc.
Y como siempre, el usuario y el mercado, perjudicados por la voracidad pública.
Un saludo.
Por la misma regla de tres, nos pueden limitar el uso de internet a dos días por semana, alegando que permanecer sentando delante del ordenador durante demasiado tiempo podría causar, dentro de 20 años, un incremento de dolencias lumbares.
Que condenada manía tienen de decidir por cuenta de los ciudadanos.