El tiempo se le agota a Microsoft. La compañía de software más importante del mundo debe presentar, antes de las 12 horas de este miércoles, un plan que detalle los pasos que va a dar para cumplir con las exigencias de Bruselas. En caso contrario, Europa le impondrá a partir del 1 de junio una multa diaria que podría ascender a cinco millones de dólares, unos 3,98 millones de euros.
LD
(Libertad Digital) El vaso de la paciencia de la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroos, se colmó la semana pasada. Los continuos retrasos en el cumplimiento de las exigencias y el constante intercambio de declaraciones entre Bruselas y Redmond (donde se ubica la sede de Microsoft) le llevaron a presentar un ultimátum: antes de la medianoche del 1 de junio la empresa de Bill Gates tiene que haber cumplido las ''medidas correctivas'' impuestas en marzo de 2004 por la Comisión Europea. En caso contrario, se le impondrá una multa diaria que podría ascender al 5 por ciento de su facturación mundial. "El juego ha terminado", amenazó.
Jonathan Todd, portavoz de la Comisión Europea, se ha decantado por la moderación al advertir que Bruselas no aplicará la multa "a partir de la media noche" de este miércoles. No serán tan estrictos, lo que no impide que la penalización se haga efectiva esta misma semana. En cualquier caso, una vez que Microsoft presente el plan solicitado, Bruselas deberá analizarlo cuidadosamente, una tarea a la que dedicará "unas cuentas semanas", ha advertido Todd.
Lo que no está tan clara es la proclividad de Microsoft a cumplir con los requerimientos de Europa. A pocas horas de que se agote el plazo, el gigante informático ha vuelto a decir por boca de su portavoz Tom Brookes, que se sigue ''trabajando con la Comisión para llegar a un acuerdo total''. Ante esta actitud, la Comisión ha recordado que su posición es ''innegociable''.
Hasta el momento, lo único que ha cumplido Microsoft es el pago de la multa de 497 millones de euros a la que fue condenada por abuso de posición dominante. También ha acordado el nombre de su sistema operativo Windows reducido, al que se bautizará como "Windows XP N Home Edition" y que no tendrá incluido el reproductor Windows Media Player. Microsoft todavía tienen que facilitar los detalles que permitan a su sistema operativo para servidores interoperar con los de la competencia.
Un caso que colea desde 1998
En marzo de 2004, Europa condenó al gigante del software por haber frenado "la innovación y perjudicado el proceso de competencia y a los consumidores, que en definitiva tienen menos elección y se enfrentan a precios más elevados". Entre las medidas correctivas decididas por la Comisión se encontraban el de garantizar la interoperabilidad de sus sistemas. Con este fin, se exigía a Microsoft que facilitara la documentación "completa y precisa" sobre los interfaz que permitiera a los servidores para grupos de trabajo competidores garantizar una interoperabilidad total con los PC y servidores Windows. La información, se dijo entonces, debería actualizarse cada vez que Microsoft ponga en el mercado nuevas versiones de los correspondientes productos.
La segunda exigencia de Bruselas consistía en la obligación de que el gigante informático ofreciera a los fabricantes de PC una versión de su sistema operativo Windows para PC clientes sin el reproductor de audio y vídeo Media Player.
La investigación sobre Microsoft comenzó en diciembre de 1998, cuando la empresa Sun Microsystems denunció que la firma de Bill Gates no había querido suministrar la información sobre interfaz necesaria para desarrollar productos que pudieran "dialogar" correctamente con Windows y poder así competir en igualdad de condiciones. Bruselas amplió su investigación en 2000, por propia iniciativa, para analizar los efectos de la vinculación del Media Player con su sistema operativo para PC Windows 2000.