¡Venga, otra de gambas! ¡Arsa, arsa! Por detrás de Malasia y Chipre, qué vergüenza, Dios mío.
Desde hace unos años, el binomio desarrollo de TI y comunicaciones digitales, forman un todo único e indisoluble. Gran parte de la responsabilidad del retraso está en que en España, los precios de las comunicaciones son los más altos de Europa. Gran parte de la responsabilidad ha sido de los sucesivos Gobiernos, para los que Telefónica ha sido a la vez la niña mimada y el monstruo intocable. El resultado es que el tamaño actual de esta compañía nada tiene que ver con el capital aportado por sus accionistas, sino con el saqueo inmisericorde de los sufridos Españoles durante decenios.
Se puede argumentar que hoy las comunicaciones son libres, pero es una verdad a medias, la competencia partió de una clara posición de inferioridad y hasta ahora ha luchado con un brazo atado a la espalda, eso sin contar con que el modelo de negocio -saqueo del cliente- ya estaba establecido y con que al día de hoy a Timofónica le resulta rentable seguir con sus prácticas a pesar de alguna que otra sanción multimillonaria por parte de la CE -el saldo neto todavía resulta positivo-.
La otra pata de la mesa es el costo del software, me gustaría que el Sr. Sebastián me explicara porqué, en el mejor de los casos, tengo que pagar por un paquete de Software un 50% más de lo que cuesta en el mercado USA por culpa de los aranceles, máxime cuando hoy día se sabe que el proteccionismo nunca ha funcionado como protección de la industria sino todo lo contrario.
Como siempre, los sucesivos planes gubernamentales para potenciar las TI en el país que no pongan el dedo en la llaga y se reduzcan a financiar PCs, serán fuegos de artificio con cargo al contribuyente.