En España, el número de líneas de banda ancha era de 1,7 millones el pasado mes de julio, lo que la sitúa en cuarto lugar, por detrás de Dinamarca (3,8 millones), Reino Unido (2,6) y Francia (2,4). Además es el décimo país con una mayor tasa de penetración de la banda ancha (4,72%), por delante de Portugal (4,16%, Italia (3,19%), Luxemburgo (2,82%), Irlanda (0,56) y Grecia (0,05%).
El acceso a la banda ancha en la UE se hace mayoritariamente a través de las líneas ADSL, y, según el informe, en España, Francia y Finlandia representa entre el 70 y el 80 por ciento del total y en Alemania llega al 99 por ciento. Además, la llegada de nuevos competidores al mercado de la banda ancha experimentó una tendencia al alza en España, Francia, Italia y Finlandia.
Sin embargo, en Bélgica, Dinamarca, Holanda, Portugal y Reino Unido el operador histórico "parecía conquistar" partes del mercado. La situación del mercado de las comunicaciones electrónicas "parece estabilizarse y presenta "signos que anuncian una fase de recuperación" -dice el informe-, con una mejora de la confianza de consumidores y de empresas a medida que la economía mundial va tomando fuerza.
Los trabajos que deben permitir la implantación a gran escala de tecnologías, aplicaciones y móviles de tercera generación, ya disponible en cuatro países, "van por buen camino". Según las estimaciones, el número de abonados a servicios de telefonía móviles de tercera generación es aproximadamente de 375.000 en Italia, 195.000 en el Reino Unido, 12.000 en Suecia y 10.000 en Austria.
Sin embargo, el Ejecutivo comunitario se muestra preocupado por el estado de la reglamentación en "numerosos" países, pues hasta el momento "sólo" ocho han tomado medidas para trasponer a su derecho interno las directivas (ley-marco) de "autorización", "acceso" y "servicio universal". Estos ocho países son España, Dinamarca, Irlanda, Italia, Austria, Finlandia, Suecia y Reino Unido.