La Autorité de la Concurrence ha respondido así a una queja presentada en febrero por Navx, una compañía francesa de servicios de datos para GPS y teléfonos inteligentes, que alegó que el principal buscador del mundo había abusado de su posición dominante rompiendo el contrato de la compañía con AdWords.
El negocio de búsquedas patrocinadas AdWords de Google está en el centro de sus operaciones de publicidad online de 23.000 millones de dólares. Este tipo de anuncios son la base del comercio en la era digital.
"Google ha puesto en marcha la política de contenido de su servicio AdWords de una forma que carece de objetividad y transparencia", dijo el regulador en un comunicado al que ha tenido acceso Reuters en Bruselas. "Las prácticas de Google han afectado de forma repentina y significativa a los ingresos de Navx, pero también y esencialmente su potencial de crecimiento", dijo mientras otorgaba a Navx su petición de medidas provisionales.
El regulador ordenó a Google Irlanda y a Google aclarar en cuatro meses el alcance e impacto de las condiciones de AdWords aplicables a dispositivos dirigidos a eludir los radares de tráfico, y dijo que la cuenta de Navx con AdWords debería restablecerse en cinco días. Asimismo, pidió a las compañías que aclararan en los próximos cuatro meses los procedimientos que llevan a la suspensión de la cuenta de un anunciante.
Google puede apelar a los tribunales franceses las medidas provisionales. La investigación a fondo del regulador sobre la queja de Navx sigue en marcha, y existe la posibilidad de que finalice con una multa contra Google.