L D (EFE) Sin embargo, la prohibición de venta por correspondencia es conforme a las normas europeas cuando se trata de un medicamento que no está autorizado en un país miembro, según un comunicado.
El Tribunal estudió el caso de la farmacia holandesa
DocMorris que vende por Internet medicinas con o sin receta, en especial para consumidores en Alemania, y que fue denunciada por la Deutscher Apothekerverband, asociación que defiende y promueve los intereses económicos y sociales de los farmacéuticos en ese país. Los medicamentos que se pueden comprar
on line están autorizados en Alemania o en Holanda, los usuarios disponen de un servicio de consulta por teléfono gratuito o carta y en el caso de ser necesaria la prescripción sólo se dispensan tras la presentación de la receta original.
El consumidor puede obtener la medicina directamente en la farmacia, situada en la localidad holandesa de Landgraff, próxima a la frontera alemana o a través de un servicio gratuito de mensajería. La Apothekerverband recurrió contra la oferta de medicamentos a través de Internet y la dispensación mediante la venta por correspondencia transfronteriza, pues las disposiciones de la ley alemana de medicamentos (AMG) y la de publicidad sobre estos productos (HWG) no permiten esa actividad.
El Tribunal consideró que las disposiciones de la AMG contra la importación de medicamentos por correspondencia no autorizados en Alemania es conforme con las normas europeas. Sin embargo, en el caso de las medicinas que cuentan con autorización en el país la prohibición de venta por correspondencia "constituye una restricción a la libre circulación de mercancías". El Tribunal matiza que cuando las medicinas no necesitan de receta la prohibición "no está justificada" y la compra por Internet "podría incluso presentar ventajas".
Sin embargo, en el caso de los medicamentos con prescripción médica una prohibición de la venta por correspondencia "puede estar justificada", pues permitir su dispensación tras la recepción de la receta y sin ningún otro control "podría aumentar el riesgo" de que éstas se utilicen "de modo abusivo o incorrecto". En cuanto a la ley HWG, que prohíbe la publicidad para la venta por correspondencia de medicinas, el Tribunal considera que es conforme a las normas comunitarias cuando se trata de medicamentos sujetos a autorización y que aún no la ha obtenido, o cuando es necesaria receta. Por el contrario, el código comunitario se opone a una prohibición de publicidad de los medicamentos que están autorizados y que no están sujetos a prescripción médica.