Dicen que esta Ministra debería dimitir. Yo no veo razón para ello.
Al fin y al cabo, ella considera que lo que trinca bajo el epígrafe "sueldo de ministra" no es más que otra subvención procedente del bolsillo de todos los españoles.
Es lo que pasa con estos artistas de la subvención, que no consideran necesario hacer nada de provecho para la la sociedad a cambio del dinero que la sociedad les da.
Si ella cobraba por escribir guiones de películas que no veía nadie y ese dinero procedía de los impuestos de todos, ¿qué hay de malo en cobrar como ministra por redactar una ley que no le gusta a ningún partido y que se la tumban a la primera de cambio?
Y, por supuesto, nada que añadir a que sea el único trabajo en el que se ha esforzado (en dar por saco). ¿Su productividad? Cero.
Aquí no dimite nadie, Don Esteban, icluyendo a los de su propio partido.
Lo mismo da que estén imputados o que los pesquen bebidos al volante de un automóvil, o que digan que los desfiles del ejército español son un insufrible coñazo, o que dejen un ayuntamiento completamente arruinado sin pagar a proveedores. Cara, la que haga falta.
Por no renunciar, dígame un solo diputado del PP que haya renunciado a tener la pensión máxima con un par de... legislaturas. Y tienen la desfachatez, el morrote supino, la desvergüenza, de apoyar las jubilaciones anticipadas en las ruinosas cajas de ahorro, al tiempo que estudian cómo alargar la vida laboral del populacho... de los súbditos... de los lacayos... para que no se venga abajo esa pirámide de naipes Madoffiana. Cuando usted sabe perfectamente que con el nivel de ingresos actual, esta pirámide no se sostiene ni alargando la vida laboral hasta los 80 años.
Son ustedes, los políticos de esta partitocracia, el segundo problema más importante de España, señor Pons, y la primera causa indirecta del primero