El Grupo Zeta rectifica: no actuará contra quienes publiquen portadas de Interviú
Después del escándalo generado por el bloqueo del dominio de La Voz Libre, el Grupo Zeta ha enviado un comunicado a los medios en el que asegura que no tiene "ninguna actuación de actuar contra aquellos medios que reproduzcan por su interés sólo las portadas de sus revistas".
El Grupo Zeta ha hecho llegar un comunicado a Libertad Digital en el que indican su intención de realizar algunas "puntualizaciones":
Desde hace unas semanas, y al comprobarse que algunas webs utilizaban los contenidos de Interviú y de Cuore en su propio beneficio, se encargó a la asesoría jurídica una vigilancia estrecha para velar por los intereses de nuestras propias publicaciones.
En esta línea de trabajo, Grupo Zeta no tiene ninguna intención de actuar contra aquellos medios que reproduzcan por su interés sólo las portadas de las revistas aludidas o de cualquiera otra del Grupo, tal como ha sido hasta ahora la práctica habitual.
Este comunicado supone, en palabras del director de La Voz Libre, Manuel Romero, una rectificación en toda regla "que desmiente a su equipo de abogados". De hecho, el abogado del Grupo Zeta Josep Coll ha confirmado a Libertad Digital – sin referirse en concreto a este caso– que considera que reproducir una portada puede violar los derechos de propiedad intelectual, una práctica que ahora el Grupo Zeta reconoce "habitual".
"Entiendo perfectamente que persigan el pirateo de las revistas y que estén en contra de que la gente las escanee y distribuya, pero esto es un persecución exagerada de gente que simplemente publica sus portadas con motivos informativos", explica Diego Areso, jefe de diseño de Público y damnificado por las acciones de la Asesoría Jurídica de las Artes. Areso publicó en su blog especializado en diseño gráfico Quintatinta algunas portadas de Interviú y Cuore con evidentes fines informativos, pues comparaba sus diseños con otras revistas o los comentaba. De hecho, el Grupo Zeta –y no sus abogados– se ha puesto esta mañana en contacto con él para permitirle publicar sus portadas en el blog.
Fuentes consultadas por Libertad Digital han asegurado que el Grupo Zeta está llegando a acuerdos con los medios y blogs que quieran publicar las portadas para darles permiso siempre y cuando incluyan enlaces y por tanto lleven tráfico a las webs del grupo. Ese sería el objetivo de la actuación del bufete de Josep Coll, aunque el escándalo que han provocado los medios empleados por la Asesoría Jurídica de las Artes podría llevar a replantearse la estrategia utilizada.
Parece que el arma que el bufete de Coll ha empleado en todos estos casos es la ley norteamericana Digital Millenium Copyright Act (DMCA), cuya intención es crear seguridad a los proveedores de internet de las posibles acciones ilegales de sus usuarios. Mediante esta ley, aquellos que consideren que se han violado sus derechos de autor pueden reclamar al proveedor (por ejemplo, YouTube), que debe retirarlos e informar al responsable de haberlos subido. En caso de que este niegue la existencia de violación alguna, el proveedor puede mantener el contenido en cuestión y el asunto se dirimirá entre el denunciante y el usuario, sin que el proveedor pueda ser acusado de complicidad en la violación. Sin esa ley sería económicamente suicida alojar en Estados Unidos ningún servicio web que permita a los usuarios subir contenidos.
De este modo, la Asesoría Jurídica de las Artes podría haber conseguido que tanto la empresa que aloja Quintatinta como la que empleó La Voz Libre para comprar su dominio bloquearan a ambos. Josep Coll asegura que su bufete siempre contacta primero con el responsable de la web que, a su juicio, está vulnerando los derechos de uno de sus clientes, pero que una vez que fracasa esa vía "busca todas las armas" para proteger los intereses de su cliente.
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