Aunque en un proyecto tan grande como Windows trabajan muchas personas, bastantes futuras características están escondidas dentro del sistema para que no sean filtradas con demasiada antelación, de modo que la información que está llegando a los medios y sitios web especializados es bastante pequeña.
Quizá el paso de mayor importancia que quiere dar Microsoft con este sistema operativo y su hermano móvil Windows Phone 8 es la integración de la plataforma móvil y la del ordenador de toda la vida. Así, incluirá un nuevo formato para las aplicaciones llamado AppX, muy similar al que emplea en Windows Phone 7. Para los conocidos expertos Rafael Rivera y Paul Thurrott esto podría indicar que sería un formato común para las aplicaciones de ambos sistemas operativos, al estilo del Universal Binary de Apple, que facilitó en su día la transición entre los viejos Mac equipados con procesadores PowerPC y los nuevos con Intel.
Por otro lado, incorporará algunos elementos del interfaz Metro empleada en Windows Phone 7, y que ha sido quizá lo más alabado de este sistema operativo para móviles. La opción será probablemente la inclusión de un interfaz de usuario pensado para tabletas y basado en Metro, además de tomarle prestada la tipografía o la página de bienvenida al arrancar el ordenador.
El explorador de Windows adoptará el interfaz de cinta que introdujo Microsoft en su Office 2007 –cuyo responsable fue el mismo Steven Sinofsky que ahora se encarga de Windows– y que en Windows 7 se incluyó en aplicaciones como Paint o Wordpad. Windows Live estará más integrado con el sistema operativo y podría permitir la sincronización de los datos con la nube.
Según The Telegraph, Microsoft también trabaja en la tienda de aplicaciones para Windows 8 y una herramienta de copia de seguridad, similar a la Time Capsule que ofrece Apple. También se incluye un lector de PDF que podría ser adoptado por muchos usuarios descontentos con el rendimiento del Adobe Reader.