Con esta idea y un millón de dólares prestado, los dos jóvenes emprendedores constituyeron una empresa en un garaje de Menlo Park, en el californiano Silicon Valley. Un año más tarde, la empresa contaba con ocho empleados y registraba medio millón de búsquedas al día, lo que les animó a trasladar la sede a unas oficinas algo más profesionales, en Palo Alto.
Ese mismo año, en 1999, los grandes fondos de capital riesgo pusieron sus ojos en la empresa y, con la financiación apropiada, le dieron el empujón definitivo, que la ha convertido en el líder de las búsquedas en Internet, con más de 6.000 millones de páginas listadas y presencia en multitud de países y lenguas.
Las acciones, tras un accidentado proceso, se pusieron a la venta a 85 dólares, si bien cuando comenzaron a cotizar ayer en bolsa alcanzaron rápidamente el nivel de los 100 dólares. Ello supone que la empresa tiene, hoy en día, un valor de 28.000 millones de dólares, por encima de empresas similares en internet, como Amazon, o de gigantes como General Motors.
Con las acciones a 100 dólares, se calcula que los dos fundadores tienen en la actualidad una participación en la empresa de 3.900 millones de dólares cada uno. Con estas cifras, los dos emprendedores avanzan bastantes puestos en la lista de los "milmillonarios" de la revista Forbes que, en su última edición. los colocaba en el puesto 552 con una fortuna calculada de sólo 1.000 millones de dólares.
Mientras, el directivo Eric E. Schmidt, que fue contratado en 2001 para asumir las funciones de consejero delegado, atesoraría en la actualidad acciones por importe de 1.500 millones de dólares. Además, se calcula que cerca de un millar de los 2.500 empleados de la empresa se han hecho con una fortuna gracias a la revalorización de las acciones que recibieron como complemento a sus salarios.
De ellos, entre 700 y 800 podrían tener en su cartera más de dos millones de dólares, según cálculos de "The New York Times". El debut de Google ha traído a la memoria de los operadores imágenes de mediados de los años 90, cuando en plena euforia tecnológica se multiplicaba las salidas a bolsa de empresas de internet, muchas de las cuales ya no existen.
La empresa ha tenido que hacer ciertas concesiones para asegurar el éxito en su salida a bolsa, entre ellas cerrar un pleito con Yahoo, reducir sensiblemente el volumen de acciones reservadas para la venta y, sobre todo, aplicar un severo recorte al precio estimado, que inicialmente iba a estar entre 108 y 135 dólares.
Sin embargo, como dicen varios analistas, no deja de ser cierto que Google logró ayer brillar con luz propia en un mercado absolutamente bajista, casi en mínimos anuales, y con unos inversores escaldados por la reciente crisis de las llamadas "punto.com".