Tengo ganas de ver en qué se quedan las 3D de aquí a dos o tres años, sea en televisores, Blue-Rays o consolas. Mientras no superen las limitaciones (o te pones gafas, o estás enfrente de la pantalla sin moverte un milímetro), me da la impresión de que se va a quedar en una moda pasajera o, como mucho, una atracción de feria: no es como el cine en color, o el sonido estéreo o surround, que tuvieron éxito en su día porque añaden espectacularidad sin crear incomodidades. No me veo yo poniéndome otras gafas encima de las que ya llevo para ver la televisión.
De hecho, el cine en 3D ya se intentó en los años 50, a la vez que el estéreo y la imagen panorámica. Y de las innovaciones de aquella época, el 3D fue la única que no sobrevivió...