El 'ciberbullying' es una de las formas de acoso "más perversas, malintencionadas y que más sufrimiento producen en sus víctimas", según alerta el experto en menores e internet, Leonardo Cervera, quien explica que las personas que lo sufren, generalmente adolescentes de entre 13 y 14 años, se convierten en seres "inseguros, depresivos, solitarios e infelices" cuyo rendimiento escolar se ve profundamente afectado.
En este sentido, el autor del libro 'Lo que hacen tus hijos en internet' apunta que el fenómeno conocido como 'ciberbullying' o 'ciberacoso' tiene lugar cuando una persona ejerce presión sobre otra "de forma repetida y maliciosa" a través del envío de correos electrónicos. "Se trata de un acoso mucho más sistemático que otros debido a la condición pseudoanónima del agresor", aclara.
No obstante, matiza que no se trata de un fenómeno nuevo, ya que "siempre ha habido niños víctimas de acoso en los colegios y gente que disfrutaba haciéndoles la vida imposible". "Lo novedoso y preocupante del ciberacoso es que las nuevas tecnologías ayudan a que estas agresiones sean más reiteradas y hay que tener en cuenta, además, que los adolescentes son fácilmente influenciables", asegura.
"La dinámica del conflicto y la violencia está por todas partes. En 'reality shows', como Operación Triunfo o Gran Hermano, los participantes se atacan y humillan, del mismo modo en que en los jurados de estos programas siempre hay un miembro que se dedica a descalificar a alguno de ellos para aumentar el morbo entre la audiencia", critica Cervera.
Respecto al perfil de las víctimas, el experto subraya que "cualquiera está expuesto a este fenómeno" aunque explica que los 'ciberacosadores' suelen centrarse en los "raros", aquellos niños "que son diferentes física o anímicamente". "El gordito, el empollón, el enfermizo o el que está siempre con chicas es objeto de mofa por otros compañeros de las redes sociales o recibe amenazas e insultos a través del teléfono móvil que le llevan a pensar de sí mismo que tienen una vida miserable", afirma.
Por su parte, el agresor suele ser un reflejo de su situación en casa o de los problemas que tiene para relacionarse con los demás. "En el caso de las acosadoras, este comportamiento suele ser síntoma de un bajo nivel de autoestima, al contrario de los acosadores, quienes habitualmente presentan un concepto de sí mismos demasiado alto", asegura.
"Hoy en día algunos niños aprenden a utilizar internet antes incluso que a leer o escribir", mantiene. Así, destaca que, por regla general, lo usan para jugar a partir de los ocho o nueve años y para ver vídeos y comunicarse con otros (messenger), a partir de los diez años. Sin embargo, a juicio de Cervera, la mayoría de los padres "no tienen ni idea de lo qué hacen sus hijos en la Red". "Muchos progenitores creen que lo saben porque ellos también navegan, pero la diferencia está en que los padres usamos Internet y los niños viven en él", apostilla.
Para averiguar si un adolescente es víctima de 'ciberbullying', el autor aconseja observarle de cerca y estudiar su comportamiento. "Si rehuye conectarse a internet o se olvida constantemente el teléfono móvil en casa, puede ser síntoma de que está siendo acosado", advierte. A partir de ese momento, Cervera recomienda "controlar discretamente lo qué hacen, pero nunca espiarles". "Suelen estar irritables y les da vergüenza hablar de ello, por lo que hay que actuar con sutileza", apunta.
No obstante, reconoce que desenmascarar a un agresor en la Red "es más fácil". "A pesar de que la Ley protege a las víctimas de la misma forma que en otras modalidades de acoso, es más sencillo probar la culpabilidad de un acosador en internet porque deja rastros, aunque piense que sus ataques son anónimos", recalca. Igualmente, apunta que los afectados disponen de líneas de ayuda a las que acudir (www.internetsinacoso.com y www.protegeles.com) y recomienda el blog loquehacentushijos.com.